Un mal costoso

Todos los familiares de enfermos de Alzheimer reconocen que la enfermedad es muy costosa porque implica atender las 24 horas a una persona. Antonia comenta que lo llevó "muy bien" porque su peluquería estaba en casa y no perdía de vista a su madre, pero reconoce que es una situación privilegiada. "Si en condiciones normales ya es difícil conciliar la vida laboral con la familiar, con un enfermo de Alzheimer a tu cuidado... Prácticamente es imposible, a no ser que se contrate a una persona, pero no todos se lo pueden permitir", lamenta.

Éste es el desencadenante de que muchas familias se...

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Todos los familiares de enfermos de Alzheimer reconocen que la enfermedad es muy costosa porque implica atender las 24 horas a una persona. Antonia comenta que lo llevó "muy bien" porque su peluquería estaba en casa y no perdía de vista a su madre, pero reconoce que es una situación privilegiada. "Si en condiciones normales ya es difícil conciliar la vida laboral con la familiar, con un enfermo de Alzheimer a tu cuidado... Prácticamente es imposible, a no ser que se contrate a una persona, pero no todos se lo pueden permitir", lamenta.

Éste es el desencadenante de que muchas familias se rompan cuando se descubre un enfermo entre ellos. "En mi caso, la enfermedad de mi madre nos unió mucho más, pero otras veces separa a los miembros de las familias", afirma con tristeza. Para "dar un respiro" a las familias, la asociación creó la unidad de estancia diurna que atiende cada día a unos 40 enfermos. "Allí realizan terapias de tipo cognitivo y también ejercicios de orientación espacial y temporal. También hemos incorporado talleres de musicoterapia, relajación y fisioterapia para mejorar la calidad de vida de los enfermos", cuenta.

La asociación cuenta con especialistas que asesoran a los socios desde el punto de vista legal y médico. Y a través de su programa de voluntariado, muchos jóvenes visitan y hacen compañía a enfermos y cuidadores. "Los voluntarios son los que causan mayor satisfacción entre los socios. La mayor parte de ellos son personas mayores que no han sido educadas en valores como el de la solidaridad. Al principio se extrañan de que los jóvenes se ofrezcan para hacerles compañía o ayudarles sin obtener nada a cambio. Pero luego, no ven la hora de que llegue el día de la visita", afirma con orgullo Antonia. La Estrella recibió el premio iberoamericano a la mejor asociación de 2003, otorgado por la Fundación Antidemencia Al-Andalus.

(www.alzheimer-online.org). Asociación La Estrella. Calle San Clemente, 4, 4º. Jaén. 953 240 950.

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