Seagal, arqueólogo

El atrevimiento, como las bebidas isotónicas, no tiene límite. En Venganza ciega, Steven Seagal ha dado un paso más en su carrera al interpretar a un ¡arqueólogo! Y no uno del montón, sino uno de los buenos, un especialista en dinastías chinas que gana premios internacionales. Eso sí, en una de las primeras secuencias, vestido con una gabardina negra hasta casi los pies, Seagal inspecciona en unas excavaciones los últimos descubrimientos de su equipo de trabajo ¡con las gafas de sol puestas!

En Venganza ciega, uno de los máximos artífices del cine de patada y tentetieso de...

El atrevimiento, como las bebidas isotónicas, no tiene límite. En Venganza ciega, Steven Seagal ha dado un paso más en su carrera al interpretar a un ¡arqueólogo! Y no uno del montón, sino uno de los buenos, un especialista en dinastías chinas que gana premios internacionales. Eso sí, en una de las primeras secuencias, vestido con una gabardina negra hasta casi los pies, Seagal inspecciona en unas excavaciones los últimos descubrimientos de su equipo de trabajo ¡con las gafas de sol puestas!

En Venganza ciega, uno de los máximos artífices del cine de patada y tentetieso de los noventa (junto a Jean-Claude Van Damme), heredero de lo que supuso Chuck Norris en los ochenta, y ya en horas bajas a sus 53 años, protagoniza (cómo no) la matanza de todos y cada uno de los asesinos de su esposa. Penosamente dirigida y peor interpretada, la película es uno de esos ejercicios cinematográficos en los que no basta con que te vayan mostrando con exactitud todos y cada uno de los acontecimientos de la historia.