LA EUROPA DE LOS VEINTICINCO | La historia de la Constitución

La UE aborda un largo y tortuoso camino para ratificar el texto

La Constitución que se aprobó anoche aún tendrá que superar un largo y tortuoso camino antes de que pueda entrar en vigor. El principal obstáculo reside en que la Constitución se considerará definitivamente aprobada cuando sea ratificada por cada uno de los 27 países de la UE (incluidos Bulgaria y Rumania, cuya adhesión se espera para 2007), en unos casos a través de referendos y en otros a través de los parlamentos nacionales. Sin embargo, varios países ya han advertido de que la Constitución será aplicada incluso si la rechaza algún Estado, que quedaría al margen de los demás. El proceso de ...

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La Constitución que se aprobó anoche aún tendrá que superar un largo y tortuoso camino antes de que pueda entrar en vigor. El principal obstáculo reside en que la Constitución se considerará definitivamente aprobada cuando sea ratificada por cada uno de los 27 países de la UE (incluidos Bulgaria y Rumania, cuya adhesión se espera para 2007), en unos casos a través de referendos y en otros a través de los parlamentos nacionales. Sin embargo, varios países ya han advertido de que la Constitución será aplicada incluso si la rechaza algún Estado, que quedaría al margen de los demás. El proceso de ratificación se prolongararía al menos dos años tras la firma en un solemne acto previsto para diciembre en Roma.

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Hasta el momento, Reino Unido, Bélgica, Dinamarca e Irlanda han anunciado que harán un referéndum sobre la Constitución. Bien por la presión de sus opiniones públicas, bien por las declaraciones de sus Gobiernos, también es probable que haya consultas populares en España, República Checa, Luxemburgo y Holanda, mientras se muestran indecisos Francia, Portugal, Estonia, Polonia, Letonia, Lituania y Eslovenia.

El caso más polémico es el del Reino Unido, donde los sondeos reflejan los menores apoyos a las iniciativas europeístas. Su primer ministro, Tony Blair, anunció el pasado 20 de abril que convocará un referéndum. El anuncio cayó como un jarro de agua fría en el resto de la UE, ante la probabilidad de que un país de tanto peso acabe rechazando la Constitución. El ministro francés de Exteriores, Michel Barnier, ha reiterado que, si se produce esta situación en el Reino Unido o en otros países, el resto de Estados donde haya sido aprobada la Constitución podrán aplicarla por su cuenta.

De los comentarios de Barnier y de otros dirigentes de la UE se deduce que dependerá de qué Estados rechazan la Constitución para que el resto decida qué hacer. Si se trata de países pequeños, probablemente se les dará una segunda oportunidad, como ocurrió en Irlanda en 2002 cuando rechazó el Tratado de Niza. Si son países de peso, sólo cabrá la opción de aparcar la Constitución, modificarla o formar un bloque de países en el que pueda aplicarse.

Para evitar situaciones de ese tipo cada vez que se reforma la Constitución, en la misma se ha introducido un artículo según el cual si cuatro quintas partes de los Estados la han ratificado en el plazo de dos años y algún país no logra hacerlo, el Consejo Europeo decidirá qué hacer. Este artículo apareció en la versión inicial para aplicarlo a la ratificación de la primera Constitución, pero finalmente se incluyó sólo para futuras reformas.

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El primer ministro polaco, Marek Belka (derecha), escucha a su homólogo belga, Guy Verhofstadt.REUTERS

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