Elecciones Europeas

Los populares resisten en Galicia y los socialistas aprovechan el desastre del Bloque Nacionalista Galego

El PP gallego salió intacto de la cita electoral de ayer, con pérdidas mínimas en porcentaje de voto respecto a 1999 y una cierta recuperación si se comparan sus resultados con los del 14-M. Los populares se beneficiaron de que la participación fue mucho mayor en las zonas del interior, sus grandes bastiones electorales, que en la costa, donde la gente se fue en masa a la playa e ignoró las urnas. Pero la principal sacudida en Galicia se produjo en el terreno de la izquierda. El Bloque Nacionalista Galego (BNG), aunque logró mantener su único escaño en el Parlamento Europeo, gracias a los resu...

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El PP gallego salió intacto de la cita electoral de ayer, con pérdidas mínimas en porcentaje de voto respecto a 1999 y una cierta recuperación si se comparan sus resultados con los del 14-M. Los populares se beneficiaron de que la participación fue mucho mayor en las zonas del interior, sus grandes bastiones electorales, que en la costa, donde la gente se fue en masa a la playa e ignoró las urnas. Pero la principal sacudida en Galicia se produjo en el terreno de la izquierda. El Bloque Nacionalista Galego (BNG), aunque logró mantener su único escaño en el Parlamento Europeo, gracias a los resultados globales de la coalición Galeusca, sufrió el mayor descalabro de la última década al retroceder casi diez puntos porcentuales. El gran beneficiado fue el PSOE, que, pese al notable aumento de la abstención, logró superar los sufragios de 1999.

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El descenso de la participación en Galicia estuvo casi cinco puntos porcentuales por debajo de la media española. El fenómeno se debió al comportamiento del electorado en las comarcas del interior, donde el PP logró frenar la deserción de sus votantes. Lo prueban los datos de participación de las dos provincias más rurales, Lugo y Ourense, donde la mitad de los censados acudió a las urnas. La consecuencia fue que el PP mantuvo cómodamente su hegemonía en Galicia, con un 48,16% de los votos. Los populares retrocedieron en todas las provincias menos en Ourense, donde incluso mejoraron su porcentaje de 1999.

Pero también el PSOE tuvo motivos para felicitarse. Los socialistas ganaron 12 puntos porcentuales respecto a los anteriores comicios europeos y, pese a la menor afluencia a las urnas, lograron 22.000 votos más que entonces. Con estos resultados, el PSOE parece consolidarse definitivamente como la fuerza política que puede encabezar la alternativa al PP en las autonómicas de 2005.

Los nacionalistas sufrieron una copiosa sangría que echa por tierra sus esperanzas para las elecciones gallegas del próximo año y que puede reabrir las disputas internas en una formación que acaba de afrontar un cambio de liderazgo tras el abandono de Xosé Manuel Beiras, reemplazado por Anxo Quintana. Se miren como se miren, las europeas han resultado catastróficas para el BNG. Respecto a 1999 ha perdido casi 200.000 votos, el 65% de su electorado de entonces. En términos porcentuales, los nacionalistas pasan del 22% al 12,81%. Si mantienen el escaño de Camilo Nogueira es gracias los votos en Cataluña y el País Vasco a Galeusca, la coalición en la que participó el BNG.

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