Bancaixa incorpora las estampas de fumador de Picasso a su colección

La entidad reúne casi la mitad de los grabados que realizó el artista malagueño

Gustaba contar a Pablo Picasso que el humo del puro de su abuelo le espabiló y salvó cuando nació sin dar señales de vida. La reacción de su organismo permitió que, años más tarde, el artista malagueño pudiera realizar las 13 estampas de la serie Los fumadores y las cinco de Retrato de familia, que ayer presentó Bancaixa en Valencia. Con estas incorporaciones, la entidad suma 900 grabados de Picasso, casi la mitad de su producción total, 2000.

La pluma del escritor Guillermo Cabrera Infante recuerda en el catálogo, de edición muy ciudada, la imagen de Picasso pegado a uno ...

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Gustaba contar a Pablo Picasso que el humo del puro de su abuelo le espabiló y salvó cuando nació sin dar señales de vida. La reacción de su organismo permitió que, años más tarde, el artista malagueño pudiera realizar las 13 estampas de la serie Los fumadores y las cinco de Retrato de familia, que ayer presentó Bancaixa en Valencia. Con estas incorporaciones, la entidad suma 900 grabados de Picasso, casi la mitad de su producción total, 2000.

La pluma del escritor Guillermo Cabrera Infante recuerda en el catálogo, de edición muy ciudada, la imagen de Picasso pegado a uno de sus cigarrillos Gitanes. Corrían los años sesenta, cuando el artista introdujo el color en sus grabados de fumadores reflejando el glamour de unos gestos que entonces practicaba la intelectualidad francesa, sin temor al rechazo de lo políticamente correcto, comentó ayer Juan Carrete, comisario de la exposición Picasso. Dos momentos: 1962-1964. Dos técnicas. Dos series: Retrato de familia y Los fumadores, que se exhibe hasta el 30 de mayo en el Centre Cultural Bancaixa de Valencia.

La compra de estos dos series, por la que se han pagado 300.000 euros, consolida a Bancaixa como "la institución privada que posee la mayor colección del mundo" de grabados del artista, destacó ayer el vicepresidente de la Fundación Bancaixa, José Vicente Torres Escrig.

Bancaixa inició en 1994 las adquisiciones de las estampas, técnica que Picasso (1881-1973) nunca abandonó a lo largo de su dilatada trayectoria, con la Suite Vollard, a la que posteriormente añadió la Suite 156, la Suite 347 y la Caja de remordimientos, además de los 15 libros ilustrados. De modo que la entidad posee casi la mitad de las estampas de Picasso, indicó el gerente de la Fundación, Miguel Ángel Utrillas. Un millon de visitantes han desfilado por el centenar de exposiciones realizadas hasta ahora.

A través de ellas, el artista ofrece una biografía tanto vital como artística, apuntó Carrete. Ahí reside también parte del gran valor de la conjunción de estos grabados. Son una especie de memorias íntimas.

Retrato de familia y Los fumadores son dos series poco difundidas en las que Picasso indagó con maestría en las técnicas de la litografía y el barniz blando, explicó Carrete.

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