La Diputación evita explicar la operación que llevó a vender una masía a la esposa de Fabra

La oposición pregunta sobre la legalidad y apunta la incompatibilidad del presidente

El presidente en funciones de la Diputación de Castellón, el vicepresidente Francisco Martínez, eludió ayer responder a las preguntas formuladas por el grupo socialista para aclarar una operación realizada por la Fundación Blasco de Alagón, de la que la propia corporación provincial es patrono. En esa operación se adquirieron una finca rústica y una masía, sobre las que se elaboró el proyecto de un restaurante que no llegó a ejecutarse. Las propiedades fueron vendidas a Amparo Fernández, esposa del presidente de la Diputación, Carlos Fabra.

El portavoz adjunto del grupo socialista en la...

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El presidente en funciones de la Diputación de Castellón, el vicepresidente Francisco Martínez, eludió ayer responder a las preguntas formuladas por el grupo socialista para aclarar una operación realizada por la Fundación Blasco de Alagón, de la que la propia corporación provincial es patrono. En esa operación se adquirieron una finca rústica y una masía, sobre las que se elaboró el proyecto de un restaurante que no llegó a ejecutarse. Las propiedades fueron vendidas a Amparo Fernández, esposa del presidente de la Diputación, Carlos Fabra.

El portavoz adjunto del grupo socialista en la Diputación de Castellón, Juli Domingo, preguntó por la legalidad y por la posible incompatibilidad de Fabra quien, según dijo, participó como miembro del patronato de la Fundación Blasco de Alagón en la decisión de aprobar la venta a su esposa de la parcela y el inmueble, ubicados en el término municipal de Vall d'Alba, del que es alcalde precisamente el propio Francisco Martínez. Amparo Fernández, la esposa de Fabra, compró en enero del pasado año una finca de 800 metros cuadrados que cinco años antes había adquirido la Fundación Blasco de Alagón en las cercanías del arco romano de Cabanes. La compra se hizo por cerca de 2.000 euros más de lo que había desembolsado la fundación, que es una entidad sin ánimo de lucro.

Sobre la edificación que incluye la finca, una masía de dos construcciones pegadas característica de la zona, se realizó un proyecto de rehabilitación para su conversión en un restaurante. Esa reforma nunca llegó a ejecutarse. Por eso, los socialistas preguntaron también ayer por qué se desestimó la ejecución del proyecto de restauración, iniciativa que figura entre los objetivos de la fundación, y qué mecanismo se desarrolló para su posterior venta. "¿Se trató de una subasta, una permuta, una concesión?", preguntó Domingo.

Ante la ausencia del presidente, Carlos Fabra, Martínez respondió haciendo recaer en la fundación toda la responsabilidad de la toma de esta decisión. "La Diputación de Castellón es sólo uno de los 21 patronos con los que cuenta la fundación Blasco de Alagón", señaló el presidente en funciones. Por ello, los socialistas ya anunciaron ayer que remitirán un escrito a la entidad, cuyo objetivo es promover la protección y rehabilitación del patrimonio, con todas las preguntas que creen que hay que responder.

Por su parte, el diputado autonómico de Esquerra Unida Ramón Cardona afirmó ayer que "la utilización por parte de Fabra de la Fundación Blasco de Alagón es una muestra más de cómo está empleando todas las instituciones públicas que controla para su enriquecimiento personal o el de su familia". Para el parlamentario de EU, "la corrupción del PP en Castellón está siendo amparada a nivel autonómico y estatal ya que, en lugar de pedir responsabilidades, premian a Fabra" al hacerlo mediador de la crisis interna del PP en la Comunidad Valenciana. Cardona reclamó "una reacción social fuerte y, sobre todo, la actuación inmediata de la Fiscalía Anticorrupción".

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