Tribuna:MEDIO AMBIENTE

La sierra nos une

Desde hace tiempo, bajo el título de Allende Sierra, la Sociedad Alpina Peñalara venía abrigando un sueño con el que se fueron identificando otras entidades segovianas y madrileñas, como Centaurea, Ecologistas en Acción, la Sociedad Castellarnau y la Asociación de Amigos del Libro de Buen Amor. La idea consistía en echarse al monte de común, segovianos y madrileños, atravesando de un lado al otro la sierra de Guadarrama, por alguno de sus puertos, poniendo de manifiesto algo que ya sabíamos todos nosotros: "La sierra nos une".

Allende Sierra nos parecía una sana realidad a cultivar, con...

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Desde hace tiempo, bajo el título de Allende Sierra, la Sociedad Alpina Peñalara venía abrigando un sueño con el que se fueron identificando otras entidades segovianas y madrileñas, como Centaurea, Ecologistas en Acción, la Sociedad Castellarnau y la Asociación de Amigos del Libro de Buen Amor. La idea consistía en echarse al monte de común, segovianos y madrileños, atravesando de un lado al otro la sierra de Guadarrama, por alguno de sus puertos, poniendo de manifiesto algo que ya sabíamos todos nosotros: "La sierra nos une".

Allende Sierra nos parecía una sana realidad a cultivar, con un valor añadido en estos tiempos en que está en marcha la declaración de Parque Nacional del Guadarrama. Y así nos propusimos celebrarla una vez por estación del año.

El anhelo es transmitir a las siguientes generaciones una sierra como la que disfrutamos
El próximo sábado, la caminata saldrá desde La Granja hasta el monasterio de El Paular

Encontramos un primer apoyo en las administraciones regionales implicadas que nos permitió disfrutar de estas marchas reflejadas en unos dibujos del segoviano Antonio Madrigal, que han ilustrado nuestros objetivos. Con este equipaje, el pasado 10 de enero nos pusimos en camino, en nuestra primera travesía por nuestra sierra, la Marcha de Invierno.

Más allá de nuestras mejores expectativas ese día, nos juntamos casi 200 personas para atravesar las nieves del paso de la Fuenfría; en donde confluimos los segovianos procedentes del Puerto de Navacerrada y los madrileños llegados desde Las Dehesas de Cercedilla.

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Hicimos dos paradas para escuchar explicaciones sobre la historia y el paisaje de nuestro camino, más de mañana entre las brumas serranas de la Fuenfría, y al mediodía ya soleados junto a las ruinas de Casarás.

Y así, montañeros y ecologistas, autoridades y periodistas, niños y mayores, en una concurrencia de lo más plural, como corresponde a sus convocantes, fuimos transitando por la Cruz de la Gallega que nos condujo hasta la plaza de Valsaín, junto a las ruinas del viejo palacio incendiado. Y allí, entre dulzainas y romances, que también de eso hubo, los convocantes confirmamos nuestros objetivos.

La marcha permitió comprobar cómo todos los caminantes, segovianos y madrileños, no hicieron pereza a cruzar las nieves de la Fuenfría y marcharon juntos el pasado 10 de enero. Fue una respuesta entusiasta de tantos amigos de las montañas del Guadarrama que reiteraron la vieja idea según la cual "la sierra nos une"..., no sólo a segovianos con madrileños, sino a grupos y asociaciones bien diversas, como son las que convocan a las travesías de Allende Sierra. Cada uno de ellos con su propia identidad e idiosincrasia, pero con el común anhelo de transmitir a las siguientes generaciones una sierra de Guadarrama, al menos, como la que hoy disfrutamos.

El próximo sábado día 24 todos nos volveremos a reunir en la Marcha de Primavera que discurrirá desde la Granja de San Ildefonso, en Segovia, hasta el monasterio de El Paular, en Madrid, después de cruzar la sierra de Guadarrama por el puerto del Reventón. En esta ocasión, la caminata estará dirigida por la Asociación Centaurea de El Espinar (Segovia) y de la Real Sociedad Española de Alpinismo de Peñalara.

En ella volveremos a tener ocasión de manifestar un plural testimonio colectivo a favor de la protección de nuestras montañas. Y es que no se pueden poner puertas al campo. Tampoco se pueden poner fronteras artificiales en las montañas. Y mucho menos fronteras culturales derivadas de derechos o competencias, locales o provinciales, como ocurre en el corazón de la sierra de Guadarrama.

Es indudable, sin embargo, que son los segovianos y los madrileños, tan cercanos a ella, los que más la necesitan, los que tienen más ocasiones de disfrutarla y también de perjudicarla. Son, por ello, los principales responsables de su conservación y mejora. Ha existido siempre, es cierto, una cultura fronteriza entre las gentes de los pueblos serranos, tan cercanos por sus tradiciones e idiosincrasia, pero que no llegaba en general a las gentes de la ciudad.

Ahora que el parque nacional está en puertas, habrá que tratar de que esa cultura de entendimiento y colaboración se extienda y se afiance entre los miles de ciudadanos que acuden a la sierra. Para contribuir a esa tarea, nació Allende Sierra.Así, volveremos a disfrutar del placer de caminar allende sierra, por los pasos de El Reventón el próximo sábado, del Malagosto -el 1 de agosto- y de Navafría -el 13 de noviembre-. Tendremos, además, ocasión, mientras caminamos, para compartir y contrastar nuestros pareceres, a veces bien distintos, pero con la voluntad de encontrar soluciones del gusto de todos por el bien de nuestra sierra.

Y pensando en nuestros hijos y en nuestros nietos, en su futuro, en su educación, y coincidiendo con que este año 2004 ha sido declarado Año Europeo de la Educación por el Deporte, recordaremos las palabras de aquel buen profesor de Gimnasia, y de Retórica, que fue Juan de Mairena que apuntó, a su parecer, la mejor manera de conjugar ambos aspectos, y adelantándose a tantos, ahora contemporáneos, aseguró: "Si lográsemos... despertar en el niño el amor a la naturaleza, que se deleita en contemplarla, o la curiosidad por ella, que se empeña en observarla y conocerla, tendríamos más tarde hombres maduros y ancianos venerables, capaces de atravesar la sierra de Guadarrama en los días más crudos del invierno, ya por deseo de recrearse en el espectáculo de los pinos y de los montes, ya movidos por el afán científico de estudiar la estructura y composición de las piedras o de encontrar una nueva especie de lagartijas".

José Luis Hurtado es presidente de la Sociedad Alpina Peñalara; además, suscriben el artículo Carlos Bravo, presidente de Centaurea; Juan Cruz Aragoneses, presidente de Amigos del Malangosto; Pedro Heras, presidente de Castellarnau, y Nines Nieto, coordinadora de Ecologistas en Acción.

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