Los muertos en la carretera en la Semana Santa bajan el 60%

Largas colas por el regreso de 250.000 coches a Barcelona y su área

La Semana Santa terminó ayer con largas colas en las carreteras catalanas, pero con menos muertos en accidente que el año anterior: cinco personas fallecidas desde el inicio de estas minivacaciones, menos de la mitad de las muertes registradas el año anterior, cuando fallecieron 13 personas. La intensa campaña contra los accidentes de tráfico divulgada justo antes del inicio de Semana Santa han contribuido a este descenso.

El año pasado ya hubo menos víctimas en accidente de tráfico durante la Semana Santa que en 2002, aunque la reducción no fue tan espectacular como en esta ocasión: de...

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La Semana Santa terminó ayer con largas colas en las carreteras catalanas, pero con menos muertos en accidente que el año anterior: cinco personas fallecidas desde el inicio de estas minivacaciones, menos de la mitad de las muertes registradas el año anterior, cuando fallecieron 13 personas. La intensa campaña contra los accidentes de tráfico divulgada justo antes del inicio de Semana Santa han contribuido a este descenso.

El año pasado ya hubo menos víctimas en accidente de tráfico durante la Semana Santa que en 2002, aunque la reducción no fue tan espectacular como en esta ocasión: de 19 muertos se pasó a 13.

El hecho de que la cifra de muertos se haya reducido en un 61,5% se debe al fuerte despliegue de medios y a las campañas difundidas antes de las vacaciones, según el director del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Rafael Olmos. Entre estas medidas destaca la mayor presencia de agentes de los Mossos d'Esquadra y el incremento de los radares (17 nuevos en total) en numerosos puntos de la red viaria catalana. El Servicio Catalán de Tráfico informó de que frente a los cinco heridos graves de 2003, este año, hasta las 21.00 de ayer no se habían producido heridos graves. Ninguno de los cinco accidentes mortales ocurridos durante estas vacaciones sucedió ayer, pese a la saturación que muchas carreteras sufrieron con motivo de la operación retorno.

222 'positivos'

Los Mossos d'Esquadra instalaron 4.164 controles de alcoholemia y denunciaron a 248 conductores, de los que 222 dieron positivo.

La lluvia, que cayó especialmente por la tarde y la noche en muchos puntos de Cataluña, complicó ayer el retorno al área metropolitana de Barcelona, de donde salieron 650.000 vehículos -el 15% menos que el año anterior- desde el pasado día 2 de abril.

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El pasado miércoles, la Organización Mundial de la Salud dio a conocer datos estremecedores sobre los accidentes de carretera (1,2 millones de muertes anuales) y dedicó el Día Mundial de la Salud de este año al problema del tráfico.

Las mayores retenciones, de hasta 23 kilómetros, se produjeron desde las 11.00 en la autopista AP-7 a la altura de Mont-roig del Camp (Baix Camp) y El Vendrell (Baix Penedès), en dirección a Barcelona, informa Oriol Aymí. El SCT explicó que la vía alternativa a la AP-7, la carretera N-340, también registró colas de hasta 12 kilómetros en Cambrils (Baix Camp).

También en las comarcas gerundenses que atraviesa la AP-7 se registraron retenciones en dirección a la capital catalana, informa Gerard Bagué. Dos accidentes que obligaron a cortar en ambos sentidos la C-35 en Vidreres y la N-260 en Sant Jaume de Llierca también complicaron la operación retorno. En el siniestro de Vidreres se vio implicado un camión cargado de leche que volcó y desparramó toda su carga en la calzada. Los Mossos d'Esquadra desviaron el tráfico por la C-65 y la C-66, que quedaron bloqueadas. Lo mismo sucedió en la C-31 a su paso por Palamós, donde se acumularon 11 kilómetros de retenciones, y en la GI-662, en el término municipal de Santa Cristina d'Aro.

En Barcelona, las vías con mayor densidad de tráfico fueron la autovía A-2 en Montmaneu y la C-16 en Berga, donde las colas superaron los seis kilómetros en sentido sur.Pese al mal comienzo de la Semana Santa para el sector turístico a causa del mal tiempo, los hoteles de la Costa Dorada y de Girona han registrado una ocupación similar a la del año anterior. En la costa de Tarragona se cubrió el 80% de las plazas hoteleras desde el pasado jueves hasta ayer, lo cual cumple con los objetivos que el sector se había fijado antes de las vacaciones. Así lo explicaba ayer el presidente de la asociación hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, Joan Salvador Pellicer, aunque añadió que sin el temporal de lluvia, la ocupación habría sido superior. De todos modos, agregó Pellicer, el temporal no provocó ni una sola cancelación, y únicamente afectó a las reservas de última hora. El grueso de los turistas en la Costa Dorada han sido este año de nacionalidad española.

En el interior de las comarcas de Tarragona, el resultado ha sido mejor. Los pequeños alojamientos de las comarcas del Ebro y del Priorat han cubierto cerca del 100% de sus plazas.

En Girona, se ha colgado el cartel de completo en algunas zonas de montaña del Ripollès y la Cerdanya. La ciudad de Girona ha vivido estos últimos días de Semana Santa una constante afluencia de turistas. El aeropuerto de Girona, con conexiones diarias a 17 destinos europeos, ha vivido una gran actividad, que en algunos casos ha derivado en retrasos y colapsos de vehículos en el aparcamiento.

Colas de regreso a Barcelona, ayer, en la autopista AP-7 a la altura de Altafulla.JOSEP LLUÍS SELLART

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