Reportaje:

Un bautismo redondo

La estación de Francia acoge la Fira del Disc Ciutat de Barcelona

La primera Fira del Disc Ciutat de Barcelona superó su bautismo con buena nota. Ayer, a las cuatro de la tarde, abrió sus puertas en la estación de Francia el nuevo salón destinado al coleccionismo discográfico y planteado inicialmente como una alternativa a las ferias discográficas organizadas por las emisoras radiofónicas de la Generalitat y la empresa de Jordi Tardà. Tras el comunicado de Tardà el pasado jueves en el que anunció su retirada de la organización de este tipo de eventos, la Fira Ciutat de Barcelona será la única que se realice en la capital catalana.

Una hora antes de la...

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La primera Fira del Disc Ciutat de Barcelona superó su bautismo con buena nota. Ayer, a las cuatro de la tarde, abrió sus puertas en la estación de Francia el nuevo salón destinado al coleccionismo discográfico y planteado inicialmente como una alternativa a las ferias discográficas organizadas por las emisoras radiofónicas de la Generalitat y la empresa de Jordi Tardà. Tras el comunicado de Tardà el pasado jueves en el que anunció su retirada de la organización de este tipo de eventos, la Fira Ciutat de Barcelona será la única que se realice en la capital catalana.

Una hora antes de la apertura de puertas, un nutrido grupo de aficionados, posiblemente recordando aquella máxima de que las mejores piezas se cobran en los minutos iniciales, se agolpaba ya a la entrada esperando el pistoletazo de salida. Mientras esperaban, podían entretenerse contemplando en una larga vitrina los objetos que el domingo serán subastados. En especial esas gafas de sol de John Lennon para las que ya hay pujas iniciales que cubren los 2.000 euros de salida. A su lado, guitarras, discos de oro, contratos firmados y objetos de Madonna, Sting, los Beatles y Frank Zappa. Entre las curiosidades, aunque posiblemente no alcancen récords en la subasta, un par de contratos discográficos de los primeros tiempos de Raimon y Pi de la Serra.

Una vez dentro del recinto el aficionado podía optar por diferentes opciones, o el coleccionismo puro y duro sin regatear precios o los productos de ocasión. A la izquierda, una histórica tienda barcelonesa ofertaba elepés a un euro y cedés a dos euros, de todos los estilos. A la derecha, otra tienda no menos histórica acumulaba piezas de colección y conciertos en directo en todos los soportes. Esa era, más o menos, la tónica de toda la feria.

Como es habitual en estos salones, los discos de vinilo conformaban la mayor parte de la oferta de los 250 expositores, pero sin frenar el aumento imparable de discos compactos y, cada vez más, DVD.

Ojeando estilos, la década de 1960 volvía a llevarse la palma, pero también podía encontrarse abundante material jazzístico, étnico o de las diferentes variantes de la música española. Elvis Presley, los Beatles y Bruce Springsteen tenían expositores exclusivamente dedicados a su música. Una tienda de Montpellier ofrecía, bajo un inmenso escudo del Barça, sólo música francesa justo al lado de otra dedicada a las fotos autografiadas.

Joan Carles Vilella, director de la feria, se movía exultante entre las mesas vigilando que todo estuviera en su lugar; una sonrisa de satisfacción le ocupaba de oreja a oreja. "No se pueden hacer balances, pero todo está saliendo mejor de lo previsto", indicó. Entre los expositores reinaba también un ambiente de franco optimismo. El nombre de Jordi Tardà no estaba en ninguna boca, pero flotaba en el ambiente; la palabra más repetida era ilusión. Jordi Gallardo, de Castelló-Overstocks, afirmaba sin cortapisas: "Creo que es la feria del disco de la esperanza". Matías Ibáñez, de Edison's, compartía opinión: "Se está devolviendo la ilusión tanto a los vendedores como a los coleccionistas, una ilusión que se había perdido en los últimos años".

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La feria se mantendrá abierta en la estación de Francia hasta las 21.00 horas de mañana, con un precio de entrada de cinco euros.

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