José Antonio Alonso | Seguridad | EL GOBIERNO DE ZAPATERO

Magistrado progresista y amigo de Zapatero

A sus 44 años, José Antonio Alonso, leonés, juez por oposición, ascendido a magistrado en 1988 y, desde 2001, vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) perteneciente a la minoría progresista, es uno de los futuros ministros que mejor conoce José Luis Rodríguez Zapatero. Ninguno de los dos oculta que son amigos desde la juventud y compañeros de carrera en la Facultad de Derecho de León.

La vieja amistad de ZP y Toño, como llaman a Alonso sus amigos, puede ser la clave de que el experimentado juez -primero en Torrelavega y Santoña (Cantabria), Pamplona y Las Palmas de Gran Canar...

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A sus 44 años, José Antonio Alonso, leonés, juez por oposición, ascendido a magistrado en 1988 y, desde 2001, vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) perteneciente a la minoría progresista, es uno de los futuros ministros que mejor conoce José Luis Rodríguez Zapatero. Ninguno de los dos oculta que son amigos desde la juventud y compañeros de carrera en la Facultad de Derecho de León.

La vieja amistad de ZP y Toño, como llaman a Alonso sus amigos, puede ser la clave de que el experimentado juez -primero en Torrelavega y Santoña (Cantabria), Pamplona y Las Palmas de Gran Canaria y, desde 1989, juez de lo Penal y más tarde magistrado de una Sección Penal de la Audiencia Provincial de Madrid- no se haya aparcado finalmente en el departamento de Justicia, para el que su biografía profesional le había preparado.

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Ya en su etapa de portavoz de la asociación judicial progresista Jueces para la Democracia (JpD), entre 1994 y 1998, defendió, a contra corriente de los poderosos sectores corporativos de la carrera judicial, que era necesario "fomentar los controles sobre el poder de los jueces, entre ellos el de la crítica pública de sus resoluciones".

Elegido vocal del CGPJ por el Congreso de los Diputados, a propuesta del PSOE, por el turno de juristas, tras no haber conseguido suficientes votos de sus compañeros de JpD para el turno de jueces, Alonso ha ejercido su función de gobierno del Poder Judicial desde la perspectiva de los ciudadanos y del servicio público que la Administración de justicia debe prestarles.

Al comienzo de su mandato en el CGPJ, que extinguió a principio de este año para presentarse candidato número uno en la lista del PSOE al Congreso de los Diputados por León, como independiente, Alonso quiso creer en un gobierno conjunto de los jueces entre los integrantes del CGPJ. Esa creencia le hizo apoyar, con sus compañeros de la minoría progresista, la candidatura de Francisco José Hernando para presidente, aunque no contaba con suficientes votos de su sector natural: el conservador.

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La comprobación reiterada de que la mayoría conservadora agotaba hasta el límite su poder y excluía el inicialmente invocado consenso, llevó a Alonso a posiciones duras contra las decisiones adoptadas, en las que se ninguneaba a la minoría.

En sus frecuentes discusiones con el actual ministro de Justicia en funciones, José María Michavila, éste le vaticinaba que, de no colaborar en los proyectos del PP, habría que esperar a la llegada del PSOE para cambiarlos. Y Michavila señalaba a Alonso como futuro titular de Justicia.

Nadie sabía que la amistad de ZP y Toño conduciría a éste a un departamento personalmente más incómodo, pero en el que las convicciones democráticas y el respeto por los derechos humanos cuentan mucho para luchar contra el terrorismo y promover la seguridad ciudadana.

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