Los reporteros de EE UU comparan la masacre en Madrid con el 11-S

La magnitud de la masacre terrorista de Madrid ha hecho revivir a los periodistas estadounidenses fantasmas del pasado: la tragedia que despertó a Nueva York hace dos años y medio. A diferencia de los atentados del 11 de septiembre, donde las televisiones ofrecieron en directo el choque del segundo avión contra las Torres Gemelas, los espectadores españoles vivieron los atentados de Madrid de forma más escalonada, a medida que se conocían las explosiones y ascendía el número de muertos.

Gilbert Carvajal, corresponsal de la emisora de radio estadounidense Voice of America, considera que,...

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La magnitud de la masacre terrorista de Madrid ha hecho revivir a los periodistas estadounidenses fantasmas del pasado: la tragedia que despertó a Nueva York hace dos años y medio. A diferencia de los atentados del 11 de septiembre, donde las televisiones ofrecieron en directo el choque del segundo avión contra las Torres Gemelas, los espectadores españoles vivieron los atentados de Madrid de forma más escalonada, a medida que se conocían las explosiones y ascendía el número de muertos.

Gilbert Carvajal, corresponsal de la emisora de radio estadounidense Voice of America, considera que, en comparación con el 11-S, "los atentados de Madrid no han sido tan espectaculares, porque a pesar de que se informó desde el principio, la falta de imágenes amortiguó el impacto. La gravedad se sintió al comprobar el horror a lo largo del día y el golpe fue más gradual".

Tom Costello, enviado especial de la cadena NBC, vivía en Nueva York aquel fatídico 11-S y cubrió la noticia. En Madrid estuvo a pie de calle desde el día siguiente a las explosiones. "La principal diferencia con el ataque a las Torres Gemelas es que entonces la gente no sentía rabia contra el Gobierno como aquí, sino que estaba furiosa únicamente con Al Qaeda", comenta. El pasado fin de semana, la NBC desplazó dos equipos desde Londres y Nueva York para informar a sus espectadores sobre la matanza. Costello explica que percibió "ira" en los ciudadanos ante ciertas decisiones espinosas tomadas por el Gobierno, mientras que en las calles de Manhattan prevalecía una opinión general: "Nos habéis declarado la guerra y lo pagaréis".

Las televisiones estadounidenses eludieron emitir las imágenes -demasiado impactantes- de gente saltando desde los ya desaparecidos rascacielos neoyorquinos. Costello aclara que "fue una cuestión de autocensura, pero también de buen gusto". A pesar de que las televisiones españolas ofrecieron imágenes de los víctimas mortales y heridos, las norteamericanas seleccionaron los planos menos dramáticos. "En este sentido, los estadounidenses no son morbosos, y en televisión incluso se censuran los accidentes de tráfico", sostiene Michael Moffett, productor colaborador de la cadena Fox. Esta cadena dio gran relevancia informativa a los atentados. Moffett relató en directo por teléfono los primeros instantes, "con una frecuencia de media hora hasta que el impacto fue remitiendo". Desde entonces se establecieron dos equipos que siguen la investigación sobre Al Qaeda.

La mayoría de los enviados especiales ya han desmontado los grandes platós, pero, como señaló Charles Glass, el famoso corresponsal de la ABC en Oriente Medio durante 10 años, "la vida sigue, y de ahí que se celebraran las elecciones el domingo".

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