Refugiados en un colegio

La cabecera no pudo avanzar más. Pasaban las 20.15 horas, y los políticos que portaban la primera pancarta en Sevilla tuvieron que refugiarse en el colegio Santísima Trinidad, en la avenida María Auxiliadora. Ni Manuel Chaves, ni Teófila Martínez, ni ninguno de los representantes políticos andaluces pudieron llegar hasta el Parlamento, fin de la concentración. Alfredo Sánchez Monteseirín, el alcalde sevillano, explicó lo que había pasado: "Estaba todo lleno de gente, delante, detrás". La cabecera sólo pudo caminar 500 metros.

Monteseirín contó que un helicóptero de la policía sobrevoló ...

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La cabecera no pudo avanzar más. Pasaban las 20.15 horas, y los políticos que portaban la primera pancarta en Sevilla tuvieron que refugiarse en el colegio Santísima Trinidad, en la avenida María Auxiliadora. Ni Manuel Chaves, ni Teófila Martínez, ni ninguno de los representantes políticos andaluces pudieron llegar hasta el Parlamento, fin de la concentración. Alfredo Sánchez Monteseirín, el alcalde sevillano, explicó lo que había pasado: "Estaba todo lleno de gente, delante, detrás". La cabecera sólo pudo caminar 500 metros.

Monteseirín contó que un helicóptero de la policía sobrevoló el recorrido y recomendó que la manifestación se diese por terminada. La entrada al colegio sevillano fue complicada. Gritos, empujones y nerviosismo. Pero la salida, por la puerta de atrás, fue aún más incómoda. Pese a que los coches oficiales de los políticos estaban esperando en la puerta, unos 100 manifestantes que se habían salido del recorrido oficial, los vieron salir. La peor parte se la llevaron los representantes del Partido Popular: "¡Ellos son los que nos han metido en esto!".

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