El Ayuntamiento de Majadahonda destituye a la coordinadora del programa antidroga

El Ayuntamiento majariego ha descabezado el programa contra las drogas del distrito sanitario 6.1, que incluye la atención a drogodependientes de Majadahonda, Boadilla, Brunete, Las Rozas, Pozuelo, Quijorna, Villanueva del Pardillo y Villanueva de la Cañada. Los responsables municipales han destituido a la hasta ahora coordinadora, Lola Baño, porque "ya no goza de su confianza y en este puesto es una de las condiciones indispensables". El Ayuntamiento, gobernado por Guillermo Ortega, del PP, obliga ahora a Baño a volver a ejercer como médico escolar, ateniéndose al contrato original de 1982. L...

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El Ayuntamiento majariego ha descabezado el programa contra las drogas del distrito sanitario 6.1, que incluye la atención a drogodependientes de Majadahonda, Boadilla, Brunete, Las Rozas, Pozuelo, Quijorna, Villanueva del Pardillo y Villanueva de la Cañada. Los responsables municipales han destituido a la hasta ahora coordinadora, Lola Baño, porque "ya no goza de su confianza y en este puesto es una de las condiciones indispensables". El Ayuntamiento, gobernado por Guillermo Ortega, del PP, obliga ahora a Baño a volver a ejercer como médico escolar, ateniéndose al contrato original de 1982. La afectada no entiende las razones de esta decisión municipal, y ha presentado tres reclamaciones al Ayuntamiento por acoso moral, despido nulo o subsidiariamente improcedente y por modificación sustancial de las condiciones de trabajo.

La trayectoria profesional de Baño dio un giro inesperado después de las últimas elecciones municipales. Según la ex coordinadora, la llegada de la nueva concejal de Sanidad, Bárbara Fernández, en junio de 2003 debilitó la calidad del servicio del programa contra las drogas, que Baño había montado y coordinado desde 1989 junto con la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid. Hasta ese momento, la plantilla estaba formada por once profesionales, que trataban a más de 100 drogodependientes. Dos plazas de auxiliares estuvieron vacantes durante un mes, e incluso la salida voluntaria de uno de los médicos el 15 de julio no se cubrió hasta octubre de 2003. "Esto produjo un deterioro en la asistencia. Hasta era imposible atender físicamente a necesidades tan obvias como el teléfono desde el que se planifican las citas", dice Baño.

Traslado

El pasado 29 de enero, la edil comunicó verbalmente a Baño su salida como coordinadora. "Me dijo que el programa no funciona por mi incapacidad para coordinarlo", mantiene la afectada. Un mes después, el 27 de febrero, el concejal de Recursos Humanos, Javier Caballero, informó por escrito a Baño de que se tenía que trasladar desde su lugar de trabajo habitual a las dependencias de la concejalía. Su nueva labor consistirá en atender a varios colegios, realizar inspecciones sanitarias en piscinas y comedores, y, en fechas aún sin determinar, atender algún programa para jóvenes en institutos.

La preocupación de Baño se centra ahora en los pacientes que tiene citados y que no puede atender. "No me importa que nombren a otra coordinadora. Lo único que reclamo es que se tenga en cuenta el trabajo que he llevado a cabo hasta ahora, y que se me encomiende una labor acorde con esta experiencia", mantiene.

Caballero asegura, por otra parte, que el cese de la coordinadora no afecta a la atención que se da a los pacientes, ni significa que Majadahonda pretenda cerrar el centro. "Es más", puntualiza, "se ha renovado el convenio con la Agencia Antidroga por otro año".

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