Reportaje:

Un hospital hinchable a pie de playa para Fuerteventura

Cruz Roja dispondrá en marzo de un equipo sanitario para atender a los inmigrantes a su llegada a Canarias

Un hospital totalmente equipado y autohinchable para atender a los inmigrantes en la misma playa a la que arriben en la patera. El Ministerio del Interior y el Gobierno de Canarias han comunicado a Cruz Roja su disponibilidad para financiar los 360.000 euros que costará activar un equipo de respuesta inmediata en emergencias (ERIE), que, a partir de marzo, comenzará a atender los desembarcos en la costa sur de Fuerteventura.

El convenio quedará formalizado en los próximos días, pero la organización en la isla ya ha movilizado a sus casi 450 voluntarios para formarlos con el nuevo materi...

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Un hospital totalmente equipado y autohinchable para atender a los inmigrantes en la misma playa a la que arriben en la patera. El Ministerio del Interior y el Gobierno de Canarias han comunicado a Cruz Roja su disponibilidad para financiar los 360.000 euros que costará activar un equipo de respuesta inmediata en emergencias (ERIE), que, a partir de marzo, comenzará a atender los desembarcos en la costa sur de Fuerteventura.

El convenio quedará formalizado en los próximos días, pero la organización en la isla ya ha movilizado a sus casi 450 voluntarios para formarlos con el nuevo material para primeros auxilios y atención psicosocial. El ERIE ya fue activado hace meses en Andalucía. Aquella experiencia servirá ahora a las Fuerzas de Seguridad del Estado y Cruz Roja para coordinar una actuación similar en la costa sur de Fuerteventura, que puede entrar en funcionamiento a principios de marzo. Así lo han acordado la Secretaría de Estado para la Extranjería e Inmigración y la Consejería de Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, con el presidente de la ONG en España, Juan Manuel Suárez del Toro, según confirmaron ayer el presidente en Fuerteventura, Gerardo Mesa, y el provincial, Alejo Trujillo.

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La unidad para Fuerteventura estará activada las 24 horas de los siete días de la semana. Entre su equipamiento destaca un gran hospital de campaña, autohinchable, totalmente equipado, con generadores propios de electricidad, que puede levantarse en menos de 10 minutos en el lugar más cercano al desembarco de los sin papeles. Una vez que el dispositivo se activa por una llamada de la Guardia Civil o de la policía, el equipo de guardia integrado por cinco médicos y varias decenas de voluntarios llegará al lugar indicado por las fuerzas de seguridad y efectuará el primer reconocimiento.

Allí se producirá la primera discriminación entre casos urgentes que deban trasladarse en ambulancia al hospital más cercano y la atención ambulatoria del resto del grupo, ya sean heridos, menores o mujeres embarazadas. Según la experiencia acumulada en estos últimos años, la mayor parte de las actuaciones consistirán en entregar ropa seca y de abrigo, bebidas calientes y alimento, una labor que hasta ahora desempeñaban muchas veces los propios agentes de la Guardia Civil. Cruz Roja dispone en la isla de intérpretes en inglés, francés y árabe que se sumarán a estas unidades.

Los responsables de la ONG ya han contactado con el nuevo alcalde de Tuineje, Gonzalo Báez, para pedirle la cesión de un local, preferiblemente en Gran Tarajal, donde se encuentra el puerto deportivo que sirve de base de operaciones para las patrulleras de la Guardia Civil y de Salvamento Marítimo y en donde desembarcan los inmigrantes rescatados en alta mar.

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Desde esta sede, los vehículos todoterreno podrían desplazarse con gran rapidez y autonomía a lo largo de 20 a 30 kilómetros de la costa sur de Fuerteventura hasta Las Playitas o Pozo Negro, donde arriba la mayoría de pateras.

Durante 2003, la Guardia Civil detuvo sólo en Fuerteventura a 7.394 sin papeles originarios de Mali, Marruecos, Gambia, Mauritania, Guinea Conakry y otros 35 países africanos y asiáticos, que se acercaron en 327 barcas, un 1% más que el año anterior, pero el triple que en 2001.

La mayoría de los africanos que no fueron interceptados en alta mar, fueron detenidos en tierra, tras desembarcar en apenas cuatro o cinco puntos de la costa sur de la isla, en las cercanías al Faro de la Entallada, cuya luz guía a los traficantes durante toda la noche.

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