La mujer del moribundo declara que los celadores se negaron a socorrerlo

La esposa de José Antonio de Juan, el hombre a quien supuestamente dos celadores no auxiliaron cuando agonizaba a unos 25 metros del Hospital General de Alicante el 26 de abril de 2000, declaró ayer que, cuando se dirigió a los procesados pidiendo auxilio, éstos le respondieron que las normas les prohibía salir del recinto. La mujer reiteró que ninguno de los funcionarios a los que se dirigió le acompañó al lugar donde se hallaba moribundo su marido.

La Audiencia de Alicante reanudó ayer el juicio a los dos celadores imputados por un supuesto delito de omisión del deber del socorro. La ...

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La esposa de José Antonio de Juan, el hombre a quien supuestamente dos celadores no auxiliaron cuando agonizaba a unos 25 metros del Hospital General de Alicante el 26 de abril de 2000, declaró ayer que, cuando se dirigió a los procesados pidiendo auxilio, éstos le respondieron que las normas les prohibía salir del recinto. La mujer reiteró que ninguno de los funcionarios a los que se dirigió le acompañó al lugar donde se hallaba moribundo su marido.

La Audiencia de Alicante reanudó ayer el juicio a los dos celadores imputados por un supuesto delito de omisión del deber del socorro. La versión que ofreció la esposa de la víctima contrastó con la de dos compañeros de los enjuiciados y el guarda de seguridad de urgencias, en la noche de autos. Los tres coincidieron en afirmar que la mujer nunca manifestó que el hombre se hallaba en la calle. "Yo entendía que estaba en su domicilio", apuntó Amanda Serra. La mujer de la víctima, por su parte, explicó que les dijo: "Mi marido está muy mal, le falta oxígeno y está ahí fuera". Fue entonces cuando uno de ellos le respondió que llamara a un taxi.

Los compañeros y el agente de seguridad insistieron en que uno de los celadores acompañó a la mujer para ver dónde se encontraba la víctima, si bien no vieron que éste saliera del recinto. "No se ve a nadie por donde indica la señora", les dijo el procesado a sus compañeros a su regreso.

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