El Ararteko constata grandes deficiencias en la atención a las mujeres maltratadas

Critica la falta de planificación y la descoordinación de los servicios públicos ofrecidos

La titular del Ararteko, Mertxe Agúndez, presentó ayer un informe sobre la atención a las mujeres maltratadas en el que señala numerosas deficiencias en la respuesta que ofrecen las instituciones vascas a las víctimas de la violencia doméstica. El estudio describe la ausencia de una planificación en la asistencia, la insuficiencia de datos que permitan un conocimiento ajustado de la realidad, s importantes diferencias en la atención que se presta en unos ayuntamientos y otros, existencia de listas de espera para acceder a determinados servicios y falta de vigilancia policial en los pisos de ac...

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La titular del Ararteko, Mertxe Agúndez, presentó ayer un informe sobre la atención a las mujeres maltratadas en el que señala numerosas deficiencias en la respuesta que ofrecen las instituciones vascas a las víctimas de la violencia doméstica. El estudio describe la ausencia de una planificación en la asistencia, la insuficiencia de datos que permitan un conocimiento ajustado de la realidad, s importantes diferencias en la atención que se presta en unos ayuntamientos y otros, existencia de listas de espera para acceder a determinados servicios y falta de vigilancia policial en los pisos de acogida. Entre sus recomendaciones, el Defensor del Pueblo solicita mejorar la formación de los profesionales que atienden a las víctimas, homogeneizar criterios de actuación, unificar prestaciones e incrementar los recursos.

En su informe, remitido ayer al Parlamento vasco y presentado posteriormente ante los medios de comunicación, Agúndez recordó la "responsabilidad directa" que tienen los poderes públicos a la hora de proteger el derecho a la vida y, por lo tanto, su obligación de dar una respuesta coherente y eficaz al problema. Aunque reconoce que los avances han sido muchos, el estudio arroja la conclusión de que las instituciones funcionan a golpe de improvisación. "Los servicios surgen por iniciativas puntuales, necesidades inmediatas o presiones mediáticas", en lugar de diseñarse a partir de una planificación global o criterios de eficacia, se lamentó. Así, esta forma de trabajar dependiendo de la mayor o menor sensibilidad de cada institución, ha configurado un mapa de servicios muy diferente en cada ayuntamiento y en cada provincia: desde las posibilidades de alojamiento en pisos de acogida hasta los tiempos de atención, pasando por la cuantía de las ayudas y el nivel de protección policial.

"La defensa del derecho a la vida de las víctimas de malos tratos no puede quedar al albur de que en su localidad exista o no exista tal o cual servicio. No es serio", apunta el informe, que resalta que con ningún derecho básico y consolidado, como la educación o atención sanitaria, sucede algo así.

La falta de planificación conduce, por ejemplo, a situaciones "sangrantes", según Agúndez, como que ayuntamientos importantes de la comunidad (con más de 20.000 habitantes) carezcan de pisos de acogida para víctimas de malos tratos. Es el caso de Barakaldo, Durango, Erandio, Getxo Leioa, Portugalete y Zarautz. La existencia de listas de espera para acceder a algunos servicios es otra de las consecuencias de funcionar de manera descoordinada. El informe considera especialmente "preocupantes" los datos sobre saturaciones en las listas de espera de los servicios de atención psicológica, que retrasan la atención en cuatro semanas en Álava y dos meses en Vizcaya.

Agúndez también hizo hincapié en las deficiencias en materia policial que ha detectado su equipo. Además de mejorar la protección cuando la víctima y el agresor se ven obligados a seguir conviviendo en el mismo domicilio por diversos motivos, los autores del trabajo reclaman más vigilancia para los pisos de acogida donde residen las víctimas y la puesta en marcha de sistemas para localizar a las mujeres maltratadas.

El número de casos de malos tratos domésticos durante el año 2002 fue de 2.866, según datos de la Ertzaintza.

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