Tribuna:LA REFORMA DEL ESTATUTO

Autodeterminación

El imperialismo de nuestros días ha dado una consigna que es de obligado cumplimiento: "Todo el poder para el mercado". Y esto significa un trasvase de poder real, de soberanía de los pueblos, de los Estados, de las naciones, de las personas al mercado, es decir, a quienes controlan el dinero, esto es el Fondo Monetario Internacional (FMI), el banco mundial, la Trilateral y las grandes multinacionales.

Así se está estableciendo en nuestro planeta una especie de dictadura del dinero, de dinerocracia, donde los pueblos y los empobrecidos están cada día, no solo más pobres, si no también m...

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El imperialismo de nuestros días ha dado una consigna que es de obligado cumplimiento: "Todo el poder para el mercado". Y esto significa un trasvase de poder real, de soberanía de los pueblos, de los Estados, de las naciones, de las personas al mercado, es decir, a quienes controlan el dinero, esto es el Fondo Monetario Internacional (FMI), el banco mundial, la Trilateral y las grandes multinacionales.

Así se está estableciendo en nuestro planeta una especie de dictadura del dinero, de dinerocracia, donde los pueblos y los empobrecidos están cada día, no solo más pobres, si no también más indefensos y con menos poder político para defender sus derechos.

En este contexto internacional se plantea el debate sobre el modelo de Estado y no es ninguna tontería por ejemplo, que Andalucía pueda y deba reclamar antes incluso que Euskadi o Cataluña, su derecho como pueblo a decidir su modelo de Estado.

Y ese derecho incuestionable pasa por el derecho de autodeterminación, entendido "como la Libertad que debe tener el pueblo andaluz (y todos los pueblos) para decidir en cada momento la cantidad de soberanía que quiere ejercer y si desea federarse, confederarse al estado español o por si el contrario desea su total independencia y formar su Estado propio".

Y es claro que el ámbito de decisión está únicamente en cada pueblo, en cada territorio. Es decir, son los vascos y solo los vascos los que tienen que decidir la cantidad de soberanía que quieren para Euskadi y, son los andaluces y sólo los andaluces los que tienen que decidir la cantidad de soberanía que quieren para Andalucía, y los catalanes para Cataluña y los gallegos para Galicia...

Y si para eso hay que modificar la Constitución, pues que se modifique en sus títulos Preliminar, II, III, VII, VIII, IX y X, y por supuesto el estatuto de Carmona, hoy ya obsoleto para los intereses de Andalucía frente a Bruselas, sus multinacionales, o la Organización Mundial del Comercio (OMC) que están fusilando nuestros recursos naturales.

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¿Soberanía para qué?

Andalucía necesita más soberanía:

Para poder planificar mejor su economía en busca de una sociedad de pleno empleo y plenos derechos sociales apostando más por la empresa pública, facilitando el acceso de los trabajadores a los medios de producción y dando lugar a una economía de rostro solidario.

Para poner en marcha una Reforma Agraria que acabe con el latifundio y el minifundio, apueste por la agricultura ecológica, controle los canales de comercialización, hoy en mano de las grandes multinacionales y sea capaz de establecer la soberanía alimentaria imprescindible para nuestro futuro como pueblo desde el que no se consientan atropellos como la OCM del algodón o del aceite de oliva.

Soberanía para que nuestro Parlamento pueda sacar una ley que municipalice todo el suelo urbanizable y así acabar una vez con la especulación del suelo y dar vivienda barata y digna a todos los andaluces por el hecho de serlo.

Soberanía para implantar un Banco Público Andaluz que proporcione la financiación de un necesario tejido industrial, hoy casi inexistente (8%) para poder salir de un subdesarrollo crónico que sitúa a Anducía en el penúltimo lugar desde el punto de vista socioeconómico de todas las regiones de la UE.

Y por muchas cosas más que me impiden explicar en la brevedad de este artículo, pero que desde luego son imprescindibles para que de nuevo Andalucía no la dejen más en la marginalidad cuando se estructura la Europa de los ricos y se abren huecos a codazos las otras burguesías del Estado Español.

Juan Manuel Sánchez Gordillo es portavoz nacional de la CUT-BAI

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