El presidente del Parlamento catalán recibe a la asociación de víctimas de ETA

Una delegación de la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo se reunió ayer con el presidente del Parlamento catalán, el republicano Ernest Benach, para trasladarle su malestar por haber concedido una audiencia a familiares de presos etarras, "manchando" así el suelo de la Cámara, opinó el presidente de la asociación, Roberto Manrique.

Tras una breve entrevista celebrada en el despacho privado del presidente del Parlament y a la que también asistieron los miembros de CiU y el PP en la Mesa de la Cámara, Manrique consideró "triste" que Ernest Benach recibiera el pasado viernes a "...

Una delegación de la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo se reunió ayer con el presidente del Parlamento catalán, el republicano Ernest Benach, para trasladarle su malestar por haber concedido una audiencia a familiares de presos etarras, "manchando" así el suelo de la Cámara, opinó el presidente de la asociación, Roberto Manrique.

Tras una breve entrevista celebrada en el despacho privado del presidente del Parlament y a la que también asistieron los miembros de CiU y el PP en la Mesa de la Cámara, Manrique consideró "triste" que Ernest Benach recibiera el pasado viernes a "personajillos que piden derechos para los asesinos" y alertó de que "ahora harán cola los familiares de los familiares de los presos de los GRAPO o de Terra Lliure", lo que consideró "poco serio". En la entrevista, Benach transmitió su compromiso de que el Parlamento catalán colaborará con la asociación.

Roberto Manrique explicó que la asociación se planteó devolver la condecoración que le otorgó la Cámara catalana y no acudir a la recepción de ayer después de que el presidente recibiera a los familiares de presos de ETA. Finalmente, a pesar del "desencanto", la asociación decidió asistir a la cita, aunque transmitiendo oficialmente su oposición a aquella reunión.

Gadafi condenado

Por otro lado, el etarra Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, fue condenado ayer por la Audiencia Nacional a 20 años de cárcel al ser considerado autor por inducción de un delito continuado de terrorismo.

Gadafi, de 40 años, ordenó en noviembre de 1988 a varios integrantes del comando Vizcaya de ETA la colocación de tres artefactos explosivos en otros tantos concesionarios de Renault en las localidades vizcaínas de Erandio, Lejona y Las Arenas. Los dos primeros hicieron explosión, mientras el último fue desactivado. Ésta es la segunda condena del etarra, que ya fue penado con 123 años por otro atentado en Somorrostro (Vizcaya).