Una plaga de orugas obliga a cerrar un instituto algecireño

Un centro de enseñanza secundaria de Algeciras (Cádiz) tuvo que cerrar ayer sus puertas y suspender las clases hasta el próximo lunes por una plaga de orugas procesionarias que ya había afectado al patio de recreo. La directora del instituto Ciudad de Algeciras, Inmaculada Triviño, afirmó que la plaga fue detectada sobre las 15.00 del lunes y que el consejo escolar se reunió ayer de forma extraordinaria para comunicar a las autoridades la situación en la que se encuentra el centro educativo.

El Consejo Escolar Municipal tomó la decisión de solicitar a la Delegación Provincial de Educaci...

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Un centro de enseñanza secundaria de Algeciras (Cádiz) tuvo que cerrar ayer sus puertas y suspender las clases hasta el próximo lunes por una plaga de orugas procesionarias que ya había afectado al patio de recreo. La directora del instituto Ciudad de Algeciras, Inmaculada Triviño, afirmó que la plaga fue detectada sobre las 15.00 del lunes y que el consejo escolar se reunió ayer de forma extraordinaria para comunicar a las autoridades la situación en la que se encuentra el centro educativo.

El Consejo Escolar Municipal tomó la decisión de solicitar a la Delegación Provincial de Educación la suspensión de las clases en los 14 cursos que existen en el centro, en el que hay 380 alumnos y trabajan 30 profesores.

Ana Castillo, portavoz de la Asociación de Padres de Alumnos del centro, expresó ayer su "sorpresa" por lo ocurrido, motivo por el que el asunto se puso en conocimiento del Ayuntamiento algecireño. La concejal de Salud y Consumo, Angelines Ortiz, quiso dejar claro que el ayuntamiento va a colaborar para acabar con la plaga aunque "fumigar el interior de los colegios" no es competencia suya. "Esta plaga es muy común en esta época, por lo que el ayuntamiento fumigó hace días los jardines municipales", añadió.

El dermatólogo Andrés Collado explicó ayer que "la oruga procesionaria es un lepidoptero que abunda en la zona de pinos y que cuenta con un mecanismo defensivo consistente en el lanzamiento al aire de espinas microscópicas que contienen un veneno, que al contacto con la piel produce irritaciones". "A veces, aunque no se entre en contacto con las orugas, las personas que se encuentren cerca del foco de una plaga pueden verse afectadas al ser el viento el transportador de las espinas", añadió el doctor.

El pasado lunes, el Ayuntamiento de San Roque inició la fumigación de las 340 hectáreas de el Pinar del Rey para acabar precisamente con una plaga de este tipo de orugas.

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