"La concertada y la pública serán iguales en derechos y deberes"

El nuevo consejero de Enseñanza de la Generalitat, Josep Bargalló (Torredembarra, 1958), es uno de los pesos pesados de Esquerra Republicana (ERC), no usa corbata y quiso cambiar el nombre de "Enseñanza" de su departamento por el más laico de "Educación"; un deseo aplazado ante el coste de sustituir, entre otros, los rótulos de más de 3.000 edificios, dada la austeridad decretada por el Ejecutivo tripartito. Bargalló es militante del sindicato USTEC-STES, que llevó a los tribunales las subvenciones que el Ejecutivo de CiU otorgó a colegios de élite.

Si en algo coincidían los programas d...

El nuevo consejero de Enseñanza de la Generalitat, Josep Bargalló (Torredembarra, 1958), es uno de los pesos pesados de Esquerra Republicana (ERC), no usa corbata y quiso cambiar el nombre de "Enseñanza" de su departamento por el más laico de "Educación"; un deseo aplazado ante el coste de sustituir, entre otros, los rótulos de más de 3.000 edificios, dada la austeridad decretada por el Ejecutivo tripartito. Bargalló es militante del sindicato USTEC-STES, que llevó a los tribunales las subvenciones que el Ejecutivo de CiU otorgó a colegios de élite.

Si en algo coincidían los programas de los tres partidos que forman el nuevo Ejecutivo catalán era en priorizar la educación y reformar el modelo escolar edificado con la peculiar interpretación que los sucesivos Gobiernos de Jordi Pujol han hecho del sistema de conciertos educativos; un modelo dividido casi al 50% entre pública y privada, en el que la primera carga con todos los problemas y la segunda selecciona a su alumnado.

"Hay que hacer una ley en Cataluña que marque los parámetros fundamentales"

Pregunta. Actualmente, el concierto no cubre los gastos, lo que puede justificar que los colegios cobren. El programa pretende crear una "red única", dar una financiación realista a quien cumpla los criterios y retirar la subvención al que no lo haga.

Respuesta. Los módulos del concierto no cubren los gastos, es evidente, y se han otorgado conciertos a centros a los que no era necesario hacerlo, también es evidente. Una falsedad aceptada por casi todo el mundo. El modelo se tiene que reequilibrar y readecuar, y no es fácil. Pretendo que dentro de cuatro años todos los centros públicos y concertados sean iguales en derechos y deberes y cubran las necesidades de escolarización, la misión social de la educación.

P. ¿Cual será el modelo?

R. No debemos seguir con medidas igualitarias para todo el mundo. Hay centros concertados que realizan funciones de escolarización indispensables en zonas socialmente problemáticas. Y estos merecen un trato diferenciado al de otros que escolarizan en zonas en las que o no hay problemas o la realidad social permite otro tipo de inversiones.

P. ¿Permite el actual marco jurídico cambiar el modelo de concierto escolar?

R. Debemos acordar con toda la comunidad educativa y con las administraciones locales un marco normativo nuevo, nuestro, dentro del marco jurídico estatal del cual no podemos movernos, que debe especificar muy claramente cuándo un centro debe ser concertado y cuándo no, e incluso que deje claras las funciones que cumple cada centro. Nos hemos fijado un plazo de dos años para hacerlo, teniendo en cuenta, además, que la mayoría de conciertos deben renovarse dentro de dos años. El marco jurídico nos lo permite porque hay muchas cosas que no están fijadas. Por ejemplo, el tema de la separación de sexos. Es cierto que hay muchas sentencias del Constitucional que dicen que se puede segregar a niños y niñas, pero se puede hacer porque no hay una normativa clara. El Constitucional no ha dicho que esté de acuerdo en que se segreguen, lo que pasa es que en el actual marco jurídico esto no es un impedimento para recibir financiación.

P. ¿Esta nueva normativa será una Ley de Educación catalana?

R. Cataluña no tiene una Ley de Educación y hay que hacerla. Ahora bien, la especificidad de los conciertos no debe necesariamente estar regulada al 100% por esa ley. Si así fuera nos equivocaríamos, porque debemos hacer algo dinámico, que se pueda adaptar a la realidad, y una ley debe hacerse para no cambiarla al día siguiente. La ley debe marcar los parámetros fundamentales, pero luego debemos hacer una normativa suficientemente clarificadora y también flexible como para ir adaptándola a la realidad. En todo caso, pretendemos que quién se quede al margen del sistema de conciertos sea quien quiera ser privado puro y duro, que sólo deberá cumplir unas reglas de juego mínimas de tipo académico. Pero quien quiera entrar en el sistema y ser sostenido con dinero público deberá atenerse a unas reglas de juego que entre todos debemos clarificar, porque a todos nos va bien que existan. El sálvese quien pueda no es bueno para nadie.

P. ¿Ha tenido algún contacto con el Gobierno del PP?

R. He tenido contactos indirectos, porque en estos 12 años en el Parlamento catalán he tenido buena relación con gente del PP. He leído declaraciones ambivalentes de la ministra , aunque de las declaraciones no se puede hacer caso. Una vez nos hayamos situado iremos y hablaremos. Tenemos muchas cosas de las que hablar. Creo que en algunos temas es evidente que no nos entenderemos, pero en otros, hablando podemos llegar a conclusiones; desde entender qué es básico y qué no de la Ley de Calidad, y, por tanto, qué estamos obligados a cumplir y qué no.