El cajero de Belén
Hay escenas que hieren, en lo más profundo, la sensibilidad, sobre todo en estas fechas navideñas. En pleno centro de una gran ciudad (Valencia), en el recinto cerrado del cajero de un banco, un sábado por la tarde en pleno bullicio y frenesí navideño, cercano el día de Reyes: una persona tirada en el suelo, cubierta con harapos, y dos hombres (uno solo, posiblemente, no se hubiera atrevido) sacando "tranquilamente" dinero del cajero con su tarjeta.
Le dije a mi mujer en un arrebato mezcla de pena y rabia:
Si Jesús hubiera nacido en este tiempo, en mitad de una noche fría y en un...
Hay escenas que hieren, en lo más profundo, la sensibilidad, sobre todo en estas fechas navideñas. En pleno centro de una gran ciudad (Valencia), en el recinto cerrado del cajero de un banco, un sábado por la tarde en pleno bullicio y frenesí navideño, cercano el día de Reyes: una persona tirada en el suelo, cubierta con harapos, y dos hombres (uno solo, posiblemente, no se hubiera atrevido) sacando "tranquilamente" dinero del cajero con su tarjeta.
Le dije a mi mujer en un arrebato mezcla de pena y rabia:
Si Jesús hubiera nacido en este tiempo, en mitad de una noche fría y en una ciudad extraña, sus padres sin recursos (posiblemente sin papeles) habrían buscado el calor de un cajero como éste. Adoraríamos al Niño Jesús nacido en El Cajero de Belén.