Luces de candilejas

El principal proyecto de la Administración del PP en Alicante es la Ciudad de la Luz, un complejo lúdico y profesional dedicado a la industria audiovisual cuyas obras entran en la fase de recta final con un notable retraso. La primera fase de la Ciudad de la Luz, ubicada en la partida de Aguamarga, en primera línea de la costa en dirección a Elche, estaba previsto que estuviera terminada en la primavera de 2003, sin embargo los plazos no se han cumplido debido a varios problemas administrativos. Ahora confían en inaugurar antes de las próximas elecciones generales. Las cifras de este complejo ...

El principal proyecto de la Administración del PP en Alicante es la Ciudad de la Luz, un complejo lúdico y profesional dedicado a la industria audiovisual cuyas obras entran en la fase de recta final con un notable retraso. La primera fase de la Ciudad de la Luz, ubicada en la partida de Aguamarga, en primera línea de la costa en dirección a Elche, estaba previsto que estuviera terminada en la primavera de 2003, sin embargo los plazos no se han cumplido debido a varios problemas administrativos. Ahora confían en inaugurar antes de las próximas elecciones generales. Las cifras de este complejo abruman, ya que la inversión prevista es de 270 millones de euros, de los que 88,6 se invertirán en el área industrial audiovisual, el resto se destinará a una oferta complementaria de infraestructuras hoteleras y servicios. La extensión es de 800.000 metros cuadrados de instalaciones dedicadas tanto a producción cinematográfica como al entretenimiento para los amantes de la gran pantalla. El proyecto, apadrinado y supervisado por Luis García Berlanga, nace ante una cierta incredulidad de los alicantinos tras el efecto de otro proyecto faraónico como Terra Mítica y conocedores de que en estas comarcas no hay una potente industria audiovisual. Además, el desarrollo urbanístico del complejo se ha envuelto de una polémica debido a la expropiación forzosa de terrenos, viviendas y negocios de los vecinos de la partida de Aguamarga que se han visto obligados a abandonar sus casas para que las máquinas excavadoras abrieran los accesos al complejo.