Agradecimiento al Ramón y Cajal
El pasado mes de octubre y en una visita casi rutinaria a un ambulatorio me diagnosticaron un cáncer de lengua. Gozaba de excelente salud y el mundo se me cayó encima. No podía ver más allá de una oscura pared que limitaba todo.
El día 11 de noviembre de 2003 fui operado en el hospital Ramón y Cajal por el doctor Manuel Picón y su magnífico equipo. Me gustaría expresar con esta carta mi infinito agradecimiento al doctor Picón, que con su entrega y cariño hizo fácil el difícil camino por el que transité. Gracias también a sus colaboradores (gracias, Gema, y gracias, Eduardo).
Hago...
El pasado mes de octubre y en una visita casi rutinaria a un ambulatorio me diagnosticaron un cáncer de lengua. Gozaba de excelente salud y el mundo se me cayó encima. No podía ver más allá de una oscura pared que limitaba todo.
El día 11 de noviembre de 2003 fui operado en el hospital Ramón y Cajal por el doctor Manuel Picón y su magnífico equipo. Me gustaría expresar con esta carta mi infinito agradecimiento al doctor Picón, que con su entrega y cariño hizo fácil el difícil camino por el que transité. Gracias también a sus colaboradores (gracias, Gema, y gracias, Eduardo).
Hago extensivo también mi agradecimiento a la UVI de este hospital, donde permanecí dos días, así como a todo el personal de la planta décima de maxilofacial, tanto a médicos como a enfermeras, auxiliares y personal de limpieza. Es difícil explicar que un trago tan difícil se convierta en un sentimiento tan bonito de agradecimiento por el trato recibido.