Reportaje:

Un año para consolidar los beneficios

Los expertos esperan en 2004 un alza del 10% en el índice Ibex 35 y apuestan por valores que ofrezcan elevados dividendos

Después de un excelente ejercicio para la Bolsa española, 2004 ofrece también buenas expectativas para la recuperación de las economías y la mejora en el beneficio empresarial; otro factor que debe tenerse en cuenta es que los tipos de interés no repuntarán con fuerza. Los expertos estiman que el mercado subirá un 10%; pero apuestan por valores muy sólidos, con buenos dividendos. Consideran también que el impulso de las tecnológicas no continuará, ya que vuelven a estar caras.

Las recomendaciones de los analistas para 2004 resultan algo insulsas, después de los máximos consecutivos que ...

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Después de un excelente ejercicio para la Bolsa española, 2004 ofrece también buenas expectativas para la recuperación de las economías y la mejora en el beneficio empresarial; otro factor que debe tenerse en cuenta es que los tipos de interés no repuntarán con fuerza. Los expertos estiman que el mercado subirá un 10%; pero apuestan por valores muy sólidos, con buenos dividendos. Consideran también que el impulso de las tecnológicas no continuará, ya que vuelven a estar caras.

Los expertos prevén un flujo de dinero desde los activos inmobiliarios a las acciones que facilitará la subida esperada para 2004
La subida ha sido muy generosa. Los expertos recomiendan invertir en valores que se hayan revalorizado menos que el índice
El mercado español cierra 2003 sin ninguna venta de empresas en Bolsa, pero con cinco veces más OPA que en 2002
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Las recomendaciones de los analistas para 2004 resultan algo insulsas, después de los máximos consecutivos que ha encadenado la Bolsa española en este brillante mes de diciembre. Un año muy difícil para la bolsa que da paso a otro más predecible y tranquilo, pero también de ganancias menos jugosas. Y es que si ya parece claro que las economías continuarán una senda de recuperación, ésta será tímida y lenta. Los beneficios de las empresas, que son el verdadero sustento de las ganancias bursátiles, crecerán también moderadamente, mientras que las alegrías que se derivaban de la bajada de tipos de interés ya se han terminado. Sin grandes estridencias, en 2004 los bancos centrales empezarán a subir los tipos, como ya ha ocurrido este ejercicio en los tipos de largo plazo, en los que no manda la autoridad monetaria sino el mercado.

Con este suave cóctel, los expertos pronostican una subida del 10% en el índice Ibex 35 para el próximo ejercicio. Y la clave estará tanto en el precio de los valores como en los beneficios y los dividendos. Si los resultados empresariales no se van a disparar, habrá que buscar compañías con aumentos sólidos y que además tengan una estrategia de repartir esas ganancias entre sus accionistas. Además, la subida registrada en 2003 ha sido muy generosa y ha dejado a muchos valores sin recorrido para continuar al alza. Habrá, pues, que extremar la selección. Los expertos recomiendan invertir en valores que se hayan revalorizado menos que el índice. Una estrategia de precio muy a tener en cuenta y que no tenía tanto sentido en 2003, cuando la recuperación general de la renta variable convertía a todo en bueno.

De acuerdo con la rentabilidad registrada durante este año, el grupo de bienes de consumo, con la excepción del comercio minorista, ha tenido un comportamiento mucho peor que el mercado. El sector de alimentación, textil, vestido, calzado, bebidas y tabaco configura un área en la que pensar el próximo año por su corta revalorización, aunque la decisión de invertir debe ir acompañada de una sólida evolución del beneficio.

Eléctricas, petroleras, constructoras, autopistas, inmobiliarias y firmas de metales son los grupos que menos rentabilidad han dado este ejercicio y que se erigen como candidatos a ofrecer importantes ganancias. En este sentido, los analistas se muestran muy partidarios de los valores eléctricos, siempre que mantengan su estrategia de reducir endeudamiento.

Todo lo contrario ha ocurrido con los sectores de bienes de equipo, seguros, prensa y publicidad, transportes y ocio, y turismo y hostelería. Duramente castigados en la pasada crisis, han sido los claros vencedores de esta recuperación de la renta variable. Destaca el subgrupo de publicidad, prensa y televisión, con una revalorización del 95%, seguido por el fabricación y montaje de bienes de equipo, con el 56,2%. A falta de valores tecnológicos, que han sido los más rentables en los mercados internacionales, las ganancias en la Bolsa española se han centrado en estos dos grupos. Eso sí, siempre existen excepciones con valores que aún cuentan con un elevado potencial alcista. También las bolsas de países emergentes se antojan, pese a las fuertes ganancias acumuladas en 2003, como líderes de revalorización para el próximo ejercicio.

Hablan los expertos

Ana Maymus, responsable de renta variable de Sabadell Banca Privada, estima que existe un importante freno para la revalorización de las bolsas europeas: los mercados estadounidenses están caros. Además, planea sobre el mercado la subida de los tipos de interés que, seguramente, se producirá en la segunda parte del año y también impedirá una tendencia alcista de la Bolsa durante todo el ejercicio.

Como estrategia para el nuevo año, Maymus considera que hay que buscar valores baratos dentro de sectores defensivos. "El de las petroleras, que este año lo ha hecho peor que el resto del mercado, los valores de consumo y farmacéuticas y las empresas de servicios tendrán una positiva evolución durante 2004. También me gustan las empresas de telecomunicaciones, muy beneficiadas por el auge de la telefonía móvil y que, además, han vuelto a repartir divididendos", indica. Esta experta ve un evidente peligro en las firmas tecnológicas que ya han subido mucho a lo largo del ejercicio y que, además, se verían muy perjudicadas por una subida de los tipos de interés, aunque existen excepciones dentro de Europa, como es el caso de Nokia, que apenas ha subido durante 2003.

El director de estrategia de Ahorro Corporación, Pedro Mirete y el director de análisis, Josep Prats, apuntan que la economía mundial es extremadamente dependiente de la de Estados Unidos. Existe una alta probabilidad de que los grandes bloques económicos se enfrenten en el medio y largo plazo a un contexto de crecimiento discreto, por debajo de sus tasas potenciales. En cuanto a la marcha de los tipos de interés, esperan subidas para final de 2004 que sería de 0,50 o 0,75 puntos en Estados Unidos, mientras que en Europa el Banco Central Europeo podría subirlos entre un cuarto o medio punto. Con estos elementos se muestran moderadamente optimistas sobre la evolución de la Bolsa durante el próximo año.

"Las relativamente modestas perspectivas económicas para el año 2004", explican, "no permiten ser demasiado optimistas, por lo que establecemos un objetivo final para 2004 a medio camino entre los precios actuales y nuestra valoración fundamental, situada en torno a los 9.000 puntos de Ibex 35 y 3.300 puntos para el índice Eurostoxx 50". Su valores preferidos del mercado español son Telefónica, Endesa, Gas Natural, Banco Popular, Acerinox, Ferrovial, Red Eléctica y Prisa. En cuanto a los pertenecientes a la zona euro, opta por Deutsche Telekom, Nokia, Suez, RWE, AXA, Munich Re, Philips y Sanofi.

El presidente de Renta 4, Juan Carlos Ureta, pronosticó en una reciente rueda de prensa que el Ibex 35 finalizará el próximo año en el nivel de 8.250 puntos. Considera que ya se ha finalizado el ciclo bajista de los últimos tres años en la renta variable, lo que permitirá al Ibex 35 finalizar el presente ejercicio con una rentabilidad superior al 24% gracias al favorable escenario de recuperación global de la economía. Estima que el próximo ejercicio bursátil va a estar marcado por la volatilidad y, por ello, habrá que ser muy selectivo. Su cartera de Bolsa española está compuesta por: Telefónica, Santander, BBVA, Popular, Repsol, Endesa, Iberdrola, Gas Natural, ACS, Ferrovial, Arcelor, Indra, Amadeus, Iberia, Gamesa, Inditex, Aldeasa y Ebro Puleva.

La gestora internacional de fondos Fidelity ofrece también una visión positiva para 2004. "En cuanto a los mercados de renta variable, los ánimos de los inversores podrían seguir sosteniendo un escenario positivo. No obstante, al estar descontadas ya muchas buenas noticias, el mercado podría mostrarse más vulnerable a sorpresas negativas. Las medidas de valoración reflejan que el valor de la renta variable es relativamente adecuado en términos históricos, aunque es atractivo comparado con los bonos gubernamentales. En cuanto a las perspectivas de beneficios empresariales, los analistas siguen revisando al alza sus estimaciones de beneficios adelantadas a 12 meses, lo cual supondrá un aliciente para los mercados bursátiles", indican.

Respecto a las estrategias para seguir en 2004, los gestores de Fidelity opinan que los inversores deberían diversificar su cartera por clases de activos. "Si se invierte en renta variable, la selección de valores adecuados basada en el análisis fundamental debería resultar más rentable que las apuestas de sectores o estilos de inversión, las cuales probablemente sufran una rotación en 2004. En cuanto a la distribución por capitalización bursátil, los valores de baja y media capitalización cerraron la brecha de valoración con respecto a sus homólogos de alta capitalización en 2003, por lo que en 2004 se espera que la divergencia de comportamientos dentro de los segmentos de capitalización bursátil sea mayor que entre éstos", explican.

En cuanto a la evolución de los distintos mercados, consideran que, pese a la fortaleza del repunte, las valoraciones siguen pareciendo atractivas en Japón y en los mercados emergentes. El crecimiento de beneficios en Europa podría alcanzar el nivel de Estados Unidos, donde las previsiones de beneficios empresariales parecen más prometedoras. En Estados Unidos, 2004 es año de elecciones, lo que históricamente favorece al mercado de renta variable.

Un año excelente

El año 2003 ha marcado el comienzo de la recuperación bursátil, después de tres ejercicios de resultados negativos. Desde el 1 de enero, el Ibex 35 ha obtenido un incremento superior al 25%, ganancia que sitúa a la Bolsa española por encima de los mercados del Reino Unido, Francia, Estados Unidos e Italia. La rentabilidad total para el accionista ha sido del 27% si se considera la ganancia de los dividendos.

Desde una perspectiva más amplia, España ha sido, entre los principales mercados desarrollados, el que ha ofrecido una rentabilidad total (incluyendo dividendos brutos) más elevada en los últimos diez años, según datos de Morgan Stanley Capital International. La rentabilidad anual acumulativa hasta noviembre de 2003 ha sido del 13,1%, frente al 10,7% de EE UU, el 9% de Italia, el 7,8% de Francia y al 6,2% del Reino Unido y de Alemania.

Junto a esta significativa rentabilidad, la recuperación de los beneficios en las empresas cotizadas y las expectativas para el próximo ejercicio ha permitido que, al finalizar el mes de noviembre, la Bolsa española ofrezca una relación entre precio y beneficio (PER) estimado para 2004 de 12,7 veces, el más bajo de los últimos años. Una cifra que confirma el atractivo de la inversión en renta variable y sitúa a la Bolsa española en muy buena posición frente a otros mercados como el de Francia, con el 12,9, Reino Unido con el 13,2, Alemania con el 13,5, Italia con el 15,4 y EE UU con el 17,2.

Las empresas españolas han aumentado en un 15,4% sus resultados en los nueve primeros meses del año, lo que supone el mayor aumento registrado desde 1998, según datos del Banco de España en su estudio de la Central de Balances. Se ha emprendido, pues, una nueva fase de reactivación desde una base sólida y es relevante que las tasas de crecimiento de estos beneficios sean superiores a las de los años del boom económico.

Mejor les ha ido, incluso, a las empresas cotizadas. Al cierre del tercer trimestre, el beneficio consolidado del conjunto de las 106 mayores empresas cotizadas en Bolsa fue de 28.536 millones de euros, lo que supone un 200% más que en el mismo periodo de 2002.

Esta mayor solvencia financiera y las favorables expectativas futuras sobre resultados se han traducido en una apuesta decidida de las compañías cotizadas por la remuneración a sus accionistas en forma de dividendos y otras fórmulas de devolución en efectivo que, hasta noviembre de 2003, alcanzaron los 11.710 millones de euros, frente a los 8.699 millones de euros del conjunto del año 2002. Actualmente, hay más de 20 sociedades que ofrecen rentabilidades por dividendo superiores al 3%. Un aliciente añadido para el inversor a la hora de obtener una elevada rentabilidad.

El lado negativo

Pero no todo ha sido positivo en 2003. Se ha producido un retraimiento de las empresas en su apelación al mercado durante este ejercicio, consecuencia directa de la inestabilidad en los mercados en los últimos años y que ha afectado a todas las bolsas mundiales. La española cierra el ejercicio sin ninguna venta de empresas en Bolsa (OPV). Sin embargo, las operaciones de reestructuración corporativa y sectorial han tenido reflejo en un volumen de ofertas públicas de adquisición de accciones (OPA) de 4.183 millones de euros, cinco veces más que en 2002.

Las familias españolas siguen siendo, junto a los inversores extranjeros, los principales propietarios de las acciones cotizadas en la Bolsa española. Entre ambos grupos tienen en su poder el 63% del valor efectivo total de las empresas cotizadas nacionales, según los datos elaborados por el Servicio de Estudios de la Bolsa de Madrid. Sin embargo, la elevada concentración patrimonial de los hogares españoles en activos inmobiliarios presenta una estructura poco equilibrada. La comparación con la de sus homólogas en Estados Unidos, Francia, Italia, Canadá y Australia refleja una situación que debe tender a corregirse. Con los últimos datos disponibles para estos países, mientras el 80% del patrimonio de las familias españolas es inmobiliario, en EE UU esta cifra se sitúa en el 34%, igual que en Francia y Canadá, en Italia en el 62% y en Australia en el 59%. En la misma fecha, el 20% del patrimonio de las familias españolas se encontraba invertido en activos financieros frente al 66% de las familias norteamericanas, francesas y canadienses, 41% de las australianas y el 38% de las italianas.

Además de la tendencia general a igualar estos porcentajes, los activos financieros ofrecen, como ventaja frente a los inmobiliarios, la diversificación que puede realizar el ahorrador por los numerosos productos que ofrecen los mercados y las entidades financieras.

Huir de la información al segundo y perseguir la tendencia

Uno de los graves problemas a los que se enfrenta el inversor es el de cómo seguir la Bolsa. Aunque a toro pasado todo análisis es fácil, lo cierto es que 2003 presentaba características que anunciaban el éxito registrado. Los tres ejercicios anteriores de pérdidas se presentaban como un ciclo bajista demasiado largo para las costumbres del mercado, donde este tipo de periodos sólo se ha producido en otras tres ocasiones.

El otro elemento claro era la mejora del beneficio empresarial, después de los descalabros de las inversiones latinoamericanas, de las fuertes provisiones realizadas para sanear los fiascos y tras digerir mal que bien los excesos de la burbuja tecnológica. También planearon numerosas incertidumbres como la salida o no de la crisis económica y, sobre todo, aquellas nacidas por la guerra de Irak, que llevaron los índices a los valores registrados en 1998.

Ahora bien, para el pequeño inversor que desea mantener su dinero en el mercado de acciones con un horizonte de al menos un año, existían variables claras para pensar en una recuperación, ayudada no sólo por los beneficios y un pasado anormalmente malo, sino también por unos tipos de interés a la baja que dejaban a las acciones sin alternativa.

Sin embargo, los medios de comunicación llevan algunos años abordando la información bursátil como si sólo colocasen su dinero los especuladores, los que juegan día a día, los famosos traders que pasan mañana y tarde delante de la pantalla del ordenador intentando arañar una ganancia. Con ese horizonte de un día es imposible invertir y es imposible aprovechar las subidas.

El exceso de información sobre los mercados y las numerosas variables y datos económicos que los influyen a diario provocan una perplejidad total para los inversores de medio y largo plazo, mientras que son elementos muy útiles para esos especuladores del día que viven gracias a esa información.

Pero esa forma de contar lo que pasa y lo que influye en la Bolsa se ha hecho genérica y provoca más el despiste que el objetivo de servir de utilidad a los ahorradores en acciones. El año 2004, con independencia de las numerosas sorpresas que deparará, figura como un ejercicio de suave recuperación económica, donde habrá que ser selectivo con los valores, pero donde habrá que huir también de la información al segundo.

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