Aplazada la decisión sobre la estancia en prisión del magnate ruso Jodorkovski

El tribunal del distrito Basmanni, de Moscú, aplazó hasta hoy su decisión sobre la prolongación de la medida cautelar de prisión por otros dos meses para el magnate petrolero Mijaíl Jodorkovski. El principal accionista de la compañía Yukos fue encarcelado el pasado 25 de octubre después de una espectacular operación en la que los agentes del Servicio de Seguridad bloquearon su avión en Novosibirsk, durante una escala técnica. La vista de la causa transcurrió ayer en una sesión que se celebró a puerta cerrada y fue interrumpida después de que el fiscal Valeri Lajtin se sintiera enfermo.

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El tribunal del distrito Basmanni, de Moscú, aplazó hasta hoy su decisión sobre la prolongación de la medida cautelar de prisión por otros dos meses para el magnate petrolero Mijaíl Jodorkovski. El principal accionista de la compañía Yukos fue encarcelado el pasado 25 de octubre después de una espectacular operación en la que los agentes del Servicio de Seguridad bloquearon su avión en Novosibirsk, durante una escala técnica. La vista de la causa transcurrió ayer en una sesión que se celebró a puerta cerrada y fue interrumpida después de que el fiscal Valeri Lajtin se sintiera enfermo.

Una vez encarcelado Jodorkovski, el Kremlin continuó su acoso contra Yukos que, debido a la baja de sus acciones dejó de ser la compañía petrolera más importante de Rusia, cediendo ese lugar a Lukoil. La fiscalía ha realizado registros en numerosas filiales de la petrolera y, tanto el Ministerio de Impuestos y Recaudaciones como el de Recursos Naturales, han comenzado una serie de inspecciones de diversas compañías afiliadas a Yukos que pueden terminar en nuevos cargos y juicios.

Estas persecuciones, que demuestran que el Kremlin no sólo quería la cabeza de Jodorkovski, sino también aplastar a la petrolera, hizo que Sibneft decidiera deshacer la fusión acordada con Yukos y que debía convertir a la nueva compañía en la cuarta firma petrolera más grande del mundo.

Después de intensas negociaciones, Yukos y Sibneft lograron ponerse de acuerdo en un divorcio pacífico. La primera compañía devolverá el 96% de las acciones que había comprado a Sibneft, y ésta entregará el 26% de Yukos y 3.000 millones de dólares en efectivo que había recibido por ese paquete.

A pesar de que en el contrato firmado entre ambas empresas había un punto que prevía una multa de mil millones de dólares si alguna de las partes decidía dar marcha atrás, los ejecutivos de Yukos y Sibneft decidieron que no se pagaría ninguna compensación económica. Todo este acuerdo será formalizado como una nueva transacción y el proceso se prolongará todavía durante varios meses.