Reportaje:

Pulso entre festivales

La decisión unilateral de la Mostra de trasladarse a julio choca con Cinema Jove y crea una insólita situación en Valencia

La decisión del director de la Mostra de València-Cinema del Mediterrani, José Antonio Escrivà, de trasladar las fechas del festival para que arranque el 2 de julio y concluya el 9 del mismo mes introduce una innovación en el panorama cinematográfico español y europeo que viene a abundar en el hecho de que Valencia es diferente. Porque ninguna otra ciudad organiza dos festivales de cine especializados de manera casi consecutiva. Valencia, sí. Cinema Jove se celebra en el mes de junio desde sus inicios, hace ya casi 19 años. En concreto, el certamen para los cineastas y el público más joven tie...

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La decisión del director de la Mostra de València-Cinema del Mediterrani, José Antonio Escrivà, de trasladar las fechas del festival para que arranque el 2 de julio y concluya el 9 del mismo mes introduce una innovación en el panorama cinematográfico español y europeo que viene a abundar en el hecho de que Valencia es diferente. Porque ninguna otra ciudad organiza dos festivales de cine especializados de manera casi consecutiva. Valencia, sí. Cinema Jove se celebra en el mes de junio desde sus inicios, hace ya casi 19 años. En concreto, el certamen para los cineastas y el público más joven tiene previsto desarrollarse del 19 al 26 de junio. De modo que en 20 días la ciudad habrá quemado sus naves cinematográficas y festivaleras.

"Es una falta de respeto", dice el director de Cinema Jove, Rafael Maluenda

Esta coincidencia puede acarrear confusión en los profesionales y el público que dificulte la singularización de las ofertas de cada uno de los festivales, además de generar un enfrentamiento para buscar películas, invitados, patrocinadores, publicidad y empresas de gestión, que desemboque en un pulso en toda regla entre ambos certámenes.

Cierto es que el calendario está muy apretado por la gran proliferación de certámenes, y por tanto, es complicado encontrar fechas libres, pero parece un despropósito que en una misma ciudad, un festival pise los pies al otro. La Mostra de València está organizada por el Ayuntamiento y cuenta con un presupuesto para el próximo año, con motivo de su 25 aniversario, de 2,05 millones de euros. Cinema Jove cuesta unos 631.000 euros, financiados por la Generalitat, que también aporta una cuantiosa subvención a la Mostra. A pesar de esta diferencia presupuestaria, el rigor y empuje de Cinema Jove contrasta con la indefinición y el declive de la Mostra.

La concejal de Cultura del Ayuntamiento, María José Alcón, rechazó ayer de plano que la Mostra haya lanzado una opa hostil a Cinema Jove. Comentó que se trata de un propuesta de Escrivá que tiene por objeto abrir el festival al mar para incidir en su vertiente mediterráneo, a través de proyecciones nocturnas en la Malvarrosa -Cinema Jove pasó esas sesiones de Las Arenas a Los Viveros-. Alcón aseguró que el director había consultado con el Ministerio de Cultura y que las fechas podían atraer a más gente e invitados al festival. Insistió en que la idea partió de Escrivá -que la anunció la pasada semana sin consultarla con el comité de la Fundación Municipal del Cine- y que la voluntad es mantener como definitivas las fechas de julio. Añadió que la Mostra y Cinema Jove siempre han tenido buenas relaciones y que así deben continuar.

Sin embargo, Escrivá, que se encuentra estos días de viaje en Cuba, no se ha dirigido a los responsables de Cinema Jove para comunicarles el cambio, como se suele hacer por cortesía entre los directores de los festivales de España. El director de Cinema Jove, Rafael Maluenda, calificó ayer de "falta de respeto" esta actitud, si bien fue prudente en su comentario porque "todavía falta por valorar posibles consecuencias, pero de entrada hay cosas que no se antojan nada positivas, como la gran confusión que puede provocar el que la Mostra empiece seis días después de Cinema Jove".

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No tiene suerte este año Cinema Jove, el festival valenciano de cine con mejores críticas. A un despropósito se suma otro. La Generalitat se olvidó de incluirlo en los presupuestos para el próximo año dentro de la Consejería de Cultura, de la que ahora depende. Un error que se ha subsanado pidiendo al Ivaj, de donde procede el certamen, el dinero que falta. Ahora, la Mostra amenaza con llevarse la parte del león del pastel mediático con la purpurina y el glamour que inyecta un presupuesto tres veces superior al de Cinema Jove.

Del pastel cinematográfico, es más difícil que pueda sacar tajada. Pero quizá esto no importe tanto a los poderes públicos.

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