Análisis:Inversiones | CONSULTORIO

Valor y precio

Valor y precio son dos conceptos muy relacionados, pero distintos como ya avisaba Quevedo: "Sólo el necio confunde valor con precio". El precio trata de ser la expresión objetiva del valor.

Es tradicional que en fusiones o adquisiciones el precio que permite cerrar la operación se fije de forma política, al margen del valor calculado por los técnicos. En esta línea, durante los últimos meses asistimos a una carrera por justificar el precio de muchos productos financieros en base al valor estratégico de la relación con el cliente y que pueden ser, para algunas de nuestras entidades, exce...

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Valor y precio son dos conceptos muy relacionados, pero distintos como ya avisaba Quevedo: "Sólo el necio confunde valor con precio". El precio trata de ser la expresión objetiva del valor.

Es tradicional que en fusiones o adquisiciones el precio que permite cerrar la operación se fije de forma política, al margen del valor calculado por los técnicos. En esta línea, durante los últimos meses asistimos a una carrera por justificar el precio de muchos productos financieros en base al valor estratégico de la relación con el cliente y que pueden ser, para algunas de nuestras entidades, excesivamente bajos en activo (márgenes en entornos de 50-75 p.b. sobre euribor) o irracionalmente altos en pasivo (incluso por encima del coste del dinero). No olvidemos que el argumento del valor del cliente fue el principio del fin de la burbuja de Internet. No obstante, este razonable, en apariencia, planteamiento esconde muchas veces la imposibilidad de hacer coincidir valor y precio.

La eficiencia juega un papel clave en la rentabilidad de los precios y tarifas impuestos por la competencia

En un sector tan competitivo como el financiero, jugar un papel de precio aceptante (seguidor del líder) no parece una opción, sino una necesidad. Cuando esto sucede se justifica un precio alejado del verdadero valor económico del cliente a través de conceptos poco cuantificables (posibilidad de crear una relación estable y duradera con el cliente). Pero sólo un precio ajustado al valor permite compensar los costes financieros, los gastos y la rentabilidad exigida por el capital, es decir, generar rentabilidad a medio y largo plazo. La eficiencia desempeña un papel clave en la rentabilización de los precios y tarifas impuestos por la competencia; el precio también es expresión de la eficiencia. Las entidades más eficientes económicamente (con menores costes unitarios) pueden trasladar a precios esta ventaja competitiva, pero también las más eficientes comercialmente.

El consumidor que identifique qué entidades son más eficientes, o cuáles son las menos, económicamente o comercialmente podrían beneficiarse de los mejores precios del mercado.

Sergio Esteban y Esteban Sánchez son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.

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