EL FUTURO GOBIERNO DE CATALUÑA

La dirección de CiU ordena silencio ante el pacto de izquierdas

Dirigentes nacionalistas lamentan que ERC les ha hecho "perder el tiempo negociando"

La dirección de Convergència i Unió (CiU) se autoimpuso ayer el silencio a la espera de que la ejecutiva de Esquerra Republicana (ERC) anuncie hoy oficialmente su apuesta por un Gobierno de izquierdas. Los nacionalistas ya preveían este aciago desenlace desde la primera semana de negociaciones con ERC. "Nos han engañado y nos han hecho perder el tiempo", afirmaba ayer un miembro de la dirección de CiU. El pacto tripartito de izquierdas dejará a CiU en la oposición después de 23 años gobernando en Cataluña.

No por esperado el pacto entre socialistas, Esquerra e Iniciativa ha dejado a los...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La dirección de Convergència i Unió (CiU) se autoimpuso ayer el silencio a la espera de que la ejecutiva de Esquerra Republicana (ERC) anuncie hoy oficialmente su apuesta por un Gobierno de izquierdas. Los nacionalistas ya preveían este aciago desenlace desde la primera semana de negociaciones con ERC. "Nos han engañado y nos han hecho perder el tiempo", afirmaba ayer un miembro de la dirección de CiU. El pacto tripartito de izquierdas dejará a CiU en la oposición después de 23 años gobernando en Cataluña.

Más información

No por esperado el pacto entre socialistas, Esquerra e Iniciativa ha dejado a los convergentes menos estupefactos. Y nerviosos. Sobre todo porque nadie se ha parado a pensar detenidamente las consecuencias que tendrá para CiU perder el poder después de más de dos décadas. Para muchos dirigentes nacionalistas, esta situación resulta absolutamente inconcebible.

De momento, la cúpula nacionalista ha impuesto el silencio en las filas de CiU. Las conversaciones telefónicas entre el tridente -Jordi Pujol, Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida- han sido ininterrumpidas durante el puente y hoy tienen previsto reunirse para analizar la respuesta al pacto de izquierdas. Nadie hará declaraciones hasta después.

En el curso de esta semana, previsiblemente mañana, se celebrará una ejecutiva de la federación y se sucederán las apariciones de los dirigentes nacionalistas para denunciar lo que consideran "entregar la presidencia de la Generalitat a un partido de Madrid". Será un mensaje recurrente, estrenado durante la pasada campaña electoral.

Ayer, los pocos dirigentes de CiU que optaron por opinar lo hicieron amparándose en el anonimato. El diagnóstico era coincidente: "Esquerra tenía decidido este pacto desde antes de las elecciones. Nos han engañado y nos han hecho perder el tiempo en las negociaciones". Un planteamiento que la cúpula de CiU ha ido repitiendo soto voce desde las primeras conversaciones con Esquerra, a pesar de que los convergentes iban cediendo día a día a cada una de las exigencias de los republicanos. Sólo les faltó darles la presidencia de la Generalitat.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Si la pasada semana los nacionalistas de CiU albergaban alguna esperanza, aunque muy remota, de sacar adelante un acuerdo con Esquerra, ésta se disipó durante el puente. "Hemos dicho que sí a casi todo. Pero estos días nos hemos acabado de convencer: no tenían ninguna intención de pactar", agregó un dirigente de la federación.

Nadie en CiU se imagina cómo será la travesía del desierto si finalmente se queda en la oposición. Algunos dirigentes mantenían ayer un forzado optimismo. "Primero, a Esquerra le va a resultar difícil justificar el pacto. Después, ya veremos si esto dura cuatro años. Nosotros, a preparar la conquista de la Generalitat para 2007 con garantías de éxito. Tenemos buena infantería y un líder indiscutible [Artur Mas]", manifestó un destacado dirigente de Convergència.

Otro, en cambio, no disimulaba su pesimismo. "Dónde vamos a recolocar a tanta gente si sólo nos queda el Ayuntamiento de Tarragona y el de Sant Cugat. Esto es muy gordo, pero que muy gordo", manifestaba.

Todos coincidían en que esta nueva etapa tendrá consecuencias de carácter interno, sobre todo en Convergència Demo-cràtica, el hermano mayor de la federación, todavía sin definir.De momento, los dirigentes de CiU se darán tiempo para digerir el fracaso negociador con Esquerra y el pacto de izquierdas, liderado por Pasqual Maragall.

Pero ayer ya surgieron algunas voces críticas con la actual dirección nacionalista. "Hemos engordado entre todos a Esquerra Republicana, sobre todo el sector soberanista de Convergència, y ahora pagamos las consecuencias", sostenían ayer las mismas fuentes.

Duran Lleida (CiU), a la izquierda, y Ernest Benach (ERC).CARLES RIBAS

Archivado En