Andalucía, imparable, ¿hacia dónde?

Promovemos este escrito un grupo de opositores al Cuerpo Superior de Administradores de la Junta de Andalucía y después de más de dos años dedicados exclusivamente a dicho estudio nos encontramos con una convocatoria que haría sonrojar de vergüenza al peor dictador tercermundista. Todo ha sido orquestado para regalar las plazas a los interinos favoritos de los gobernantes andaluces. Por ello se ha optado en esta ocasión por el sistema de concurso-oposición, en el cual los servicios prestados en la Junta prevalecen de hecho y determinan a favor de estos interinos la definitiva adjudicación-rega...

Promovemos este escrito un grupo de opositores al Cuerpo Superior de Administradores de la Junta de Andalucía y después de más de dos años dedicados exclusivamente a dicho estudio nos encontramos con una convocatoria que haría sonrojar de vergüenza al peor dictador tercermundista. Todo ha sido orquestado para regalar las plazas a los interinos favoritos de los gobernantes andaluces. Por ello se ha optado en esta ocasión por el sistema de concurso-oposición, en el cual los servicios prestados en la Junta prevalecen de hecho y determinan a favor de estos interinos la definitiva adjudicación-regalo de las plazas convocadas.

Además, se reducen de cuatro a dos los exámenes de la oposición, ambos tipo test, para que los elegidos no tengan que esforzarse demasiado. La infamia tuvo lugar el pasado mes de octubre en Sevilla y las cuestiones planteadas en los exámenes a veces rozaban lo surrealista y, en general, cualquier licenciado en Derecho solventaría sin demasiados problemas la mayoría de las preguntas planteadas. Para que aprueben quienes tienen que aprobar.

Todo ello con la connivencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que, ante las numerosas impugnaciones presentadas, permite que se lleve a cabo semejante aberración, violación flagrante del principio de igualdad proclamado en la Constitución, lavándose las manos de un modo, cuanto menos, discutible. Y por parte de los sindicatos "de clase", su papel en todo el asunto no deja de ser decepcionante por su bochornosa defensa a ultranza de los intereses del personal interino, convirtiéndose así en promotores de los privilegios corporativos de una serie de personas que reciben un escandaloso trato de favor.

Pero todo este embrollo aún no ha terminado, seguimos esperando la publicación de los resultados definitivos. Andalucía imparable hacia la chapuza y el caciquismo.