"En este Gobierno no hay corrupción"

Josep Lluís Carod logró en la campaña electoral exasperar a los dirigentes de CiU y en especial al líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, por sus constantes referencias al caso Pallerols, de presunta financiación irregular de Unió, y por el presunto cobro de comisiones a las empresas adjudicatarias de obra pública de la Generalitat. Los republicanos han incluido como condición para formar gobierno el "poner a cero el contador de la corrupción" en el Gobierno catalán.

Ayer había expectación sobre si los negociadores de Esquerra pondrían este tema sobre la mesa y frente a ...

Josep Lluís Carod logró en la campaña electoral exasperar a los dirigentes de CiU y en especial al líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, por sus constantes referencias al caso Pallerols, de presunta financiación irregular de Unió, y por el presunto cobro de comisiones a las empresas adjudicatarias de obra pública de la Generalitat. Los republicanos han incluido como condición para formar gobierno el "poner a cero el contador de la corrupción" en el Gobierno catalán.

Ayer había expectación sobre si los negociadores de Esquerra pondrían este tema sobre la mesa y frente a Duran.

"No tenemos ningún problema en investigar lo que haga falta, porque no tenemos nada que esconder. En estos Gobiernos no ha habido corrupción. Y los dos casos de presuntas irregularidades ya lo investigan los juzgados", afirmó Duran, en referencia a los casos

Pallerols y Turismo.

El líder democristiano aceptó las sugerencias de los republicanos de incrementar los mecanismos legislativos e institucionales de transparencia y control administrativo. Pero Duran lanzó, al tiempo, un aviso para navegantes: "Si tanta voluntad tienen de luchar contra la corrupción, supongo que también querrán incrementar el control en todas las instituciones, como en el Ayuntamiento de Barcelona", gobernado por las tres formaciones de izquierda.

Los comentarios sobre la situación de las negociaciones poselectorales monopolizaron ayer las conversaciones durante el almuerzo de despedida ofrecido por el presidente del Parlamento, Joan Rigol, a la actual Mesa y a los presidentes de los grupos. Pasqual Maragall y Carod Rovira se sentaron en lados opuestos de la mesa.