Bush promete actuar para que nunca se permita el matrimonio de homosexuales

El presidente de EE UU quiere enmendar la Constitución para evitar las bodas de gays

Para el presidente de EE UU el matrimonio sólo puede estar formado por dos personas de sexo distinto. George W. Bush sólo tardó unas horas en reaccionar ante la decisión del Tribunal Supremo de Massachusetts a favor de permitir el matrimonio homosexual en los confines de ese Estado. Bush prometió "trabajar con el Congreso para preservar la santidad del matrimonio". Esa frase, escrita con una gramática cuidada al milímetro, implica su negativa a reconocer el valor de una unión homosexual y sugiere una posible modificación constitucional.

Un día después de la sentencia, los expertos legal...

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Para el presidente de EE UU el matrimonio sólo puede estar formado por dos personas de sexo distinto. George W. Bush sólo tardó unas horas en reaccionar ante la decisión del Tribunal Supremo de Massachusetts a favor de permitir el matrimonio homosexual en los confines de ese Estado. Bush prometió "trabajar con el Congreso para preservar la santidad del matrimonio". Esa frase, escrita con una gramática cuidada al milímetro, implica su negativa a reconocer el valor de una unión homosexual y sugiere una posible modificación constitucional.

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Un día después de la sentencia, los expertos legales de EE UU todavía debatían ayer las posibles salidas que plantea la decisión judicial. George W. Bush conoció en Londres la decisión del Supremo de Massachussets a favor de los matrimonios homosexuales. Sin esperar a la interpretación legal de las posibles consecuencias, el presidente de EEUU hizo público un comunicado en el que expresaba su postura, de sobra conocida: "El matrimonio es una institución sagrada entre un hombre y una mujer. La decisión del Tribunal Supremo de Massachusetts viola este principio importante. Trabajaré con los líderes del Congreso para hacer lo que sea legalmente necesario para proteger la santidad del matrimonio".

El comunicado de Bush era intencionadamente contundente, más aún para quien recientemente ha declarado que no parece necesaria una modificación constitucional que prohíba expresamente el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Del texto puede interpretarse que Bush ha cambiado de postura y apoya ahora una enmienda a la Constitución de EEUU que limite el matrimonio a parejas de sexo distinto.

En realidad, la decisión del Supremo es tan compleja como para estar abierta a interpretaciones de todo tipo. Lo único cierto es que el Estado de Massachusetts tiene la obligación de presentar en los próximos seis meses una alternativa legal que conceda los mismos derechos a cualquier tipo de pareja.

Dado que la sentencia declara ilegal la prohibición del matrimonio homosexual en función de la Constitución de ese Estado, los republicanos (dueños de la mayoría) saben que su vía de escape es una enmienda constitucional que defina el matrimonio como una institución reservada para parejas de distinto sexo. El proceso es largo. La enmienda tiene que ser ratificada en las cámaras estatales en dos legislaturas consecutivas, y luego ha de ser sometida a referéndum. El proceso no puede culminar antes del año 2005. El Gobernador republicano de Massachussets ha prometido iniciar inmediatamente esa vía.

Si se aprueba esa modificación, el matrimonio homosexual quedará ilegalizado. Las divergencias sobre la interpretación radican ahora en lo que puede ocurrir en el periodo que transcurrirá entre la entrada en vigor de las nuevas leyes ( en los próximos seis meses) y el momento en el que llegue esa modificación constitucional, si llega a aprobarse. Aunque el texto de la sentencia es abiertamente partidario de que se permita el matrimonio homosexual, los expertos aseguran que hay margen suficiente como para adoptar la fórmula Vermont, que reconoce las uniones civiles pero se queda a un paso de la concesión de licencias matrimoniales.

Aquella legislación fue firmada por el entonces gobernador, Howard Dean, que es uno de los principales aspirantes demócratas a la nominación como candidato presidencial. Dean pidió ayer "el mismo tratamiento a las parejas del mismo sexo en áreas como la sanidad o la herencia de bienes". La frase refleja la postura del partido demócrata: defender ciertos derechos para las parejas homosexuales sin mostrarse abiertamente partidarios de permitir el matrimonio. Una encuesta revela que cuatro de cada cinco republicanos se oponen al matrimonio entre homosexuales, mientras los demócratas están divididos por igual a favor y en contra. El 60 % de la población se opone a ese tipo de bodas.

Una pareja gay en un acto en Boston el martes, tras conocerse la sentencia del Supremo de Massachussets.AP

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