La sentencia
Cualquiera que haya seguido con atención las incidencias del llamado caso Ponferrada, por el que el ex alcalde de esa localidad fue declarado culpable de acoso sexual a Nevenka Fernández, ex concejal de Hacienda y Comercio de dicho Ayuntamiento, sabe que lo que esperábamos ahora del Tribunal Supremo era si confirmaba o no la sentencia dictada en su día por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Ésa era la noticia, que ustedes titularon el martes 18 del siguiente modo: "El Supremo rebaja la condena al ex alcalde que acosó a Nevenka", y subtitularon de este otro: "El Tribuna...
Cualquiera que haya seguido con atención las incidencias del llamado caso Ponferrada, por el que el ex alcalde de esa localidad fue declarado culpable de acoso sexual a Nevenka Fernández, ex concejal de Hacienda y Comercio de dicho Ayuntamiento, sabe que lo que esperábamos ahora del Tribunal Supremo era si confirmaba o no la sentencia dictada en su día por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Ésa era la noticia, que ustedes titularon el martes 18 del siguiente modo: "El Supremo rebaja la condena al ex alcalde que acosó a Nevenka", y subtitularon de este otro: "El Tribunal sostiene que Ismael Álvarez no cometió abuso de autoridad". A continuación, el redactor se pierde en los matices de la sentencia y sólo hacia la mitad nos enteramos, sin lugar a dudas, de lo verdaderamente importante: que el Tribunal Supremo ha confirmado la condena de Ismael Álvarez por haber acosado sexualmente a Nevenka Fernández.
En cuanto al matiz con el que ustedes abren la noticia (que el Supremo ha rebajado la condena al considerar que no hubo abuso de autoridad al no existir una relación jerárquica entre el acosador y su víctima), sólo señalar lo que supone de atentado al sentido común. ¿De verdad estos señores (los cinco magistrados del Tribunal eran hombres, o machos, si ustedes lo prefieren) creen que un alcalde no tiene una posición jerárquica respecto de sus concejales? Ningún comentario más, excepto los que quiera añadir Ana Botella, que ya en su día se expresó con una claridad meridiana, y sin complejos ideológicos, sobre el asunto.