Los genios del taller ocupacional

Los dibujos de dos vecinas de Carabanchel han engalanado esta semana el Parlamento Europeo. Las pintoras, ambas disminuidas psíquicas, se llaman María Gracia, de 23 años, y Teresa Rolando, de 35, y fueron seleccionadas para participar en la exposición que el Parlamento celebra por el Año Europeo de las Personas con Discapacidad. Ambas pertenecen a una cantera de artistas con retraso mental cuyas obras han obtenido nada menos que 10 galardones en los últimos tres años. No se trata de la escuela de Flandes, sino del taller de artes plásticas del centro ocupacional para discapacitados Fray...

Los dibujos de dos vecinas de Carabanchel han engalanado esta semana el Parlamento Europeo. Las pintoras, ambas disminuidas psíquicas, se llaman María Gracia, de 23 años, y Teresa Rolando, de 35, y fueron seleccionadas para participar en la exposición que el Parlamento celebra por el Año Europeo de las Personas con Discapacidad. Ambas pertenecen a una cantera de artistas con retraso mental cuyas obras han obtenido nada menos que 10 galardones en los últimos tres años. No se trata de la escuela de Flandes, sino del taller de artes plásticas del centro ocupacional para discapacitados Fray Bernardino Álvarez que la Comunidad regenta en Carabanchel.

María llegó al taller hace tres años procedente de un colegio de monjas, donde, como ella misma explica, "estudiaba con niños normales". "Yo tengo síndrome de Down y por eso soy especial", asegura esta joven habladora y risueña que trabaja algunas horas en la cafetería del centro. Su visita al hemiciclo europeo ha sido inolvidable. "Yo ya había viajado en avión, así que eso no me impresionó, pero me gustó mucho el Parlamento, el lenguaje de señas para los sordos y el desayuno del hotel", relata ilusionada.

A su lado, Teresa, más despistada y retraída, recuerda divertida que en la ciudad de Bruselas hay un monumento "a un chaval que hace pis". El dibujo de esta joven, que lleva ya largos años en el taller, muestra a una mujer agarrándose el vientre con cara de sufrimiento. Ella misma explica que quería reflejar "la tristeza y el dolor".

Virginia Domínguez, ceramista y profesora de este taller, explica que la autoestima de sus 16 alumnos, con edades entre los 23 y los 65 años, recibe un espaldarazo con cada nuevo premio. "Los centros ocupacionales tienen como objetivo facilitar la inserción laboral de los discapacitados; por eso funcionamos como si fuéramos un taller de artistas que se tienen que buscar la vida ofreciendo una obra interesante e intentamos dar salida a las piezas. Así que cuando en 2001 el Ayuntamiento y una entidad bancaria convocaron el certámen de Genios inéditos para personas con minusvalías decidimos presentarnos", asegura. Ese año obtuvieron el tercer premio de escultura. Después han ido cosechando otros galardones en ese mismo certamen y en otros de entidades como Manos Unidas, Special Olympics, la Consejería de Servicios Sociales y, el último, del Parlamento Europeo.

Ahora el proyecto es editar un pequeño libro donde estos alumnos expresen sus deseos ilustrándolos con coloristas dibujos. Algunos ansían casarse o tener más amigos. Otros quisieran conocer a Manolo Escobar y también los hay que, conscientes de sus limitaciones, sueñan con hablar de forma inteligible o con aprender a leer.