Disculpen las molestias
Salgo de trabajar a las dos de la mañana y, antes de bajar por la calle de los Reyes, donde la limpieza de las calles de esta zona de Madrid tiene su central, me encuentro con camiones y operarios regando-limpiando calles. "¡Eeeeeh, que voy!", hay que avisar. Y los camiones con los carteles luminosos en la parte trasera: disculpen las molestias, trabajamos para usted, o algo así. Pero hoy, sobre las 2.30 y en la calle de Martín de los Heros, el camión que con sus operarios regaba-limpiaba la calle iluminaba otro mensaje: eres víctima de las reglas que tú mismo te impones, y otras misivas de es...
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Salgo de trabajar a las dos de la mañana y, antes de bajar por la calle de los Reyes, donde la limpieza de las calles de esta zona de Madrid tiene su central, me encuentro con camiones y operarios regando-limpiando calles. "¡Eeeeeh, que voy!", hay que avisar. Y los camiones con los carteles luminosos en la parte trasera: disculpen las molestias, trabajamos para usted, o algo así. Pero hoy, sobre las 2.30 y en la calle de Martín de los Heros, el camión que con sus operarios regaba-limpiaba la calle iluminaba otro mensaje: eres víctima de las reglas que tú mismo te impones, y otras misivas de esta onda, hablando de la educación de los hijos y así. Le pregunté a uno de los operarios: ¡Eeeeh, oye! "No, nosotros no, es el Ayuntamiento...".