Juan Carlos Robles desarrolla en tres proyectos su idea del hombre desvinculado del territorio

El artista, que ha vuelto a Sevilla tras 13 años, expone en el Centro de Arte Contemporáneo

"Nuestra identidad ya no depende del territorio que pisamos. El desarrollo tecnológico ha hecho que el lugar se sustituya por el concepto de circulación". Juan Carlos Robles, sevillano de 41 años, parte de esta idea no sólo en la exposición Puntos de deriva. El viaje estático, que presenta en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, sino en su propia vida. El artista, que ha participado en una colectiva en Alcalá 31 (Madrid) y el 7 de noviembre estará en el Centro de Arte Moderno CAAM (Las Palmas), no cree en divisiones entre centro y periferia. Robles, que trabaja con...

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"Nuestra identidad ya no depende del territorio que pisamos. El desarrollo tecnológico ha hecho que el lugar se sustituya por el concepto de circulación". Juan Carlos Robles, sevillano de 41 años, parte de esta idea no sólo en la exposición Puntos de deriva. El viaje estático, que presenta en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, sino en su propia vida. El artista, que ha participado en una colectiva en Alcalá 31 (Madrid) y el 7 de noviembre estará en el Centro de Arte Moderno CAAM (Las Palmas), no cree en divisiones entre centro y periferia. Robles, que trabaja con fotografía y video-creación, volvió a Sevilla en 2000 tras pasar 13 años entre Barcelona, Berlín y Nueva York.

Juan Carlos Robles desarrolla el concepto de pertenencia a un nuevo territorio, el creado a partir de las últimas tecnologías, en la exposición Puntos de deriva. El viaje estático que puede verse en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla hasta el 7 de diciembre.

La muestra, que forma parte del programa Zona Emergente, resume en una docena de obras -video-instalaciones y fotografías cibachrome sobre metacrilato y aluminio-, la relación existente entre poder y tecnología, entre velocidad, control y comunicación. Pero lo característico de la obra de Robles es que plantea todos sus análisis e indagaciones a través de imágenes de la vida cotidiana sin manipular.

"Trabajo con el concepto de Duchamp de la descontextualización. Se trata de coger algo tal y como es, en mi caso grabar en vídeo en tiempo real a gente que sale de un ascensor o baja una escalera mecánica, y desplazarlo hasta una sala de exposiciones", comenta Robles, cuyas obras forman parte de las colecciones del Museo de Arte Contemporáneo (Macba) de Barcelona, Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid o la Colección Banco de España.

"Muestro lo cotidiano, lo evidente, pero al desplazarlo hasta las salas de un museo el espectador dispone de algo más de tiempo para reflexionar sobre el hábitat en el que se desenvuelve su propia vida", apunta el artista que, el próximo 7 de noviembre, ofrecerá una ponencia en Encuentros en la biblioteca.Un programa del CAAM de Las Palmas que incluye la exposición Miradas urbanas. Susurros urbanos en la que también participa Robles.

"Me molesta que todo el mundo me pregunte porqué he vuelto a Sevilla. ¡Qué poco quiere la gente a su tierra!", exclama el artista formado en la Facultad de Bellas Artes Sant Jordi de Barcelona, la Escuela Superior de Arte de Berlín y que ha realizado cursos sobre Tecnología del Vídeo en la Universidad de Nueva York.

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"Para la creación ya no existe diferencia entre el centro y la periferia. Cada artista tiene su propia identidad y tiene que proyectarse desde cualquier lugar. Lo único que importa es la calidad de la producción", apunta Juan Carlos Robles, quien participará también en la colectiva Doméstico que se inaugurará en Madrid el 20 de diciembre.

La serie fotográfica Info-box 2002 pone en práctica literalmente la idea de la desaparición del suelo. El artista ha tomado fotografías del edificio Info-box en la Plaza Postdammer de Berlín y las desdobla. Los objetos fotografiados flotan en el cielo, convirtiéndose en una especie de insectos tecnológicos y las imágenes parciales de los transeúntes parecen atrapadas por sus fauces. La duplicidad está presente, de una forma u otra, en todas las piezas.

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