Un vanguardista imprescindible

El Artium reivindica con una gran antológica la vanguardia plena de Nicolás de Lekuona

Cuando murió a los 24 años, en plena Guerra Civil, Nicolás de Lekuona había conformado ya una experiencia creadora que otros artistas no consiguen en una larga vida. Nacido en Ordizia en 1913 en una familia de clase media, Lekuona es una de las referencias imprescindibles de la vanguardia española desde una mirada plenamente surrealista, que incorpora la introspección y el collage, sin fronteras entre disciplinas o géneros. El Artium inauguró ayer la mejor antológica dedicada hasta ahora al pintor guipuzcoano, en colaboración con el Reina Sofía de Madrid, donde se presentará en febrero:...

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Cuando murió a los 24 años, en plena Guerra Civil, Nicolás de Lekuona había conformado ya una experiencia creadora que otros artistas no consiguen en una larga vida. Nacido en Ordizia en 1913 en una familia de clase media, Lekuona es una de las referencias imprescindibles de la vanguardia española desde una mirada plenamente surrealista, que incorpora la introspección y el collage, sin fronteras entre disciplinas o géneros. El Artium inauguró ayer la mejor antológica dedicada hasta ahora al pintor guipuzcoano, en colaboración con el Reina Sofía de Madrid, donde se presentará en febrero: 179 piezas, entre fotografías, dibujos, pinturas y otros objetos conforman la muestra.

La pinacoteca alavesa reúne 179 piezas del artista guipuzcoano, muerto a los 24 años

Lekuona falleció en la guerra en el frente de Frúniz en 1937. Llevaba sólo seis años dedicado con plena conciencia a la creación artística, pero de una manera intensa, como refleja la muestra. Con un montaje digno de elogio y la colaboración imprescindible de la familia y las comisarias Adelina Moya y Carolyn Williams, la antológica indaga además en la vida privada del pintor con el recuerdo de sus lecturas, sus objetos personales, relaciones familiares.

La obra y la figura de Nicolás de Lekuona no fue valorada en toda su dimensión hasta principios de los 80, merced a la investigación desarrollada por la cetedrática de la UPV Adelina Moya y las exposiciones celebradas en esa época en Bilbao, San Sebastián, Barcelona y Valencia. Por fortuna, su familia atesoró durante años la, pese a todo, ingente producción del artista. Había que recordar al hermano muerto, pero también estaba la conciencia de sus virtudes creadoras.

Así que, cuando Moya se interesa por quien no era sino una noticia breve en la enciclopedia del arte español del siglo XX, descubre a un artista "singular" que en cinco años creó una obra que es "testimonio de su tiempo, de una realidad conmovedora", tal y como la comisaria de la exposición definió la obra de "un artista que transgredió los límites".

Así lo muestra el recorrido por la exposición, cuyo montaje intenta también recrear el espacio donde a Lekuona le hubiese gustado exhibir su obra. Es un paseo íntimo, que se abre con una combinación de pinturas y dibujos de los últimos años, en los que se descubren paisajes y objetos íntimos, obsesión por una figuración casi abstracta, austera, de perfiles redondeados, que contrastan con los contrapicados de sus fotografías.

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En ambos aspectos, destaca la concienzuda investigación formal y conceptual, fruto de una deuda con los movimientos de vanguardia de la época. Al mismo tiempo que estudiaba en la Escuela de Aparejadores de Madrid, Lekuona tuvo la fortuna de conocer directamente la obra de Juan Gris, Picasso o Solana y mantener relación con José Moreno Villa, Rafael Alberto o Gómez de la Serna.

Ya de regreso en el País Vasco, su obra se exhibe en San Sebastián con la de Oteiza, muestra de esa presencia entre la vanguardia local. La exposición de Vitoria recoge los frutos de quien era deudor del surrealismo y el constructivismo, pero también se acuerda de su vida privada, en esa sala dedicada a la muestra de objetos personales, donde no faltan los dibujos infantiles de sus hermanos o la Leica que empleó en alguno de sus mejores collages.

[Federico Verástegui, diputado alavés de Cultura, fue bombrado ayer presidente del comité ejecutivo del patronato de la Fundación Artium. Sustituye a Juan Ignacio Zárate, quien ha ocupado este cargo prácticamente desde la creación de la fundación].

Artium reivindica la figura de Nicolás de Lekuona con una antologíaPRADIP J. PHANSE

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