Mujeres del 36

Dice Josefina Piquet que la historia la cuentan los hombres y los vencedores. Y tiene bastante razón. Por eso es reconfortante encontrar una asociación de mujeres, cuya media de edad es de 84 años, que se dedican a recuperar la memoria de un tiempo que la guerra, el exilio y la prisión les arrebataron. Son Les dones del 36 y Josefina, a la que llaman "la nena" por ser la más joven, es la coordinadora de las actividades. Ninguna de ellas hubiera imaginado jamás que rozando los 90 se dedicarían a dar charlas en los institutos sobre su experiencia. Pero la vida da muchas vueltas y la casua...

Dice Josefina Piquet que la historia la cuentan los hombres y los vencedores. Y tiene bastante razón. Por eso es reconfortante encontrar una asociación de mujeres, cuya media de edad es de 84 años, que se dedican a recuperar la memoria de un tiempo que la guerra, el exilio y la prisión les arrebataron. Son Les dones del 36 y Josefina, a la que llaman "la nena" por ser la más joven, es la coordinadora de las actividades. Ninguna de ellas hubiera imaginado jamás que rozando los 90 se dedicarían a dar charlas en los institutos sobre su experiencia. Pero la vida da muchas vueltas y la casualidad, o la magia de un momento, las unió en 1997 para dar testimonio de la negra y larga etapa que les tocó vivir.

Todo empezó cuando Llum Ventura, entonces consejera para la Igualdad de Ciutat Vella, buscó mujeres de aquella generación, las conectó y las animó a presentarse al Premio Maria Aurèlia Capmany, que cada 8 de marzo otorga el Ayuntamiento de Barcelona a algún colectivo de mujeres. Aquel año 1997 iba destinado a las mujeres mayores y ellas probaron suerte con un discurso que presentó Enriqueta Gallinat, que actualmente tiene 94 años. Hablaba Enriqueta de cómo habían defendido la libertad y de cómo les tocó vivir el exilio, los campos de concentración, la prisión y la clandestinidad, y de que en esta lucha dejaron los mejores años de su vida. Explicó que fueron necesarias en la guerra, pero sus mismos compañeros las ignoraron después. "Somos muy mayores, la vida se nos escapa, pero queremos dejar nuestro testimonio en vídeos, escritos y conferencias para que quede constancia del papel activo que desarrollamos desde diferentes ámbitos". Y ganaron el premio. Con él pudieron grabar su vídeo y organizar una exposición en el centro cívico Pati Llimona con recuerdos de la guerra y la prisión, cartas, fotografías... Empezaron a hablar del tema y lo que fueron primero algunas charlas esporádicas se ha transformado en un sinfín de conferencias por toda Cataluña.

Josefina Piquet tiene 68 años y hasta hace poco no ha podido verbalizar la angustia que ha llevado siempre encima a raíz de lo que le tocó vivir en la guerra. La historia de todas ellas no difiere mucho. La mayoría fueron activistas o hijas de activistas que tuvieron que pasar la frontera con lo puesto. Exilio, campos de concentración, destierro, prisión, malos tratos, condenas de 30 años, mucha humillación... Una quedó sepultada entre los escombros que causó el bombardeo de Figueres; otra, con 17 años, perdió a sus padres y pasó la frontera sola; otra dio a luz en la prisión; la mayoría combatieron en el frente. Todas siguieron una lucha silenciosa en la clandestinidad. "Recordar es doloroso", afirma Josefina con lágrimas en los ojos. "La primera vez que hablé en público de todo esto tenía un nudo tan grande en el pecho que no me dejaba hablar. Ahora todas hemos aprendido a ordenar nuestros recuerdos, a sintetizar. A veces en 20 minutos tenemos que resumir toda una vida".

Les dones del 36 son nueve socias (llegaron a ser 12). La presidenta, con 90 años, es Trini Gallego. Su objetivo es conectar con las nuevas generaciones y explicar que la guerra no sólo la hicieron los hombres, sino también las mujeres, los niños y los viejos. Y que estas mujeres estuvieron en el frente y en la retaguardia. Muchas tuvieron que trabajar sin un sueldo, a otras les quedó la responsabilidad de sacar adelante a los hijos. Ahora esas mujeres han salido de la comodidad de sus casas para dejar constancia de lo que pasó. "No es nada fácil", comenta Josefina; "la mayoría no sabíamos hablar en público, muchas se habían retirado de la vida activa. Ahora tenemos cuatro y hasta cinco conferencias semanales. A veces dos en el mismo día y a veces lejos de Barcelona. Pero todas cumplen a la perfección. Nadie ha fallado y un cuarto de hora antes ya las tienes en su sitio". En estos seis años han contabilizado más de 200 actos públicos, sin contar entrevistas personales y todas las veces que han salido por radio y televisión. Siempre van de dos en dos por si alguna pierde el hilo y, a pesar del gran esfuerzo que todo esto supone, están encantadas de participar en las charlas.

"La historia tiene tanta fuerza que vuelve a salir. Ahora están intentando desvirtuar la república para justificar el golpe", comenta Josefina. "Hubo errores en los dos bandos, pero sobre todo cuando Franco salió vencedor y la gente esperaba la paz fue cuando hubo más masacres y más dolor. Si no encontraban al que buscaban, se llevaban a la familia". Josefina afirma haber perdido dos guerras: la que se libró en las trincheras y la de las libertades que ganaron con la república: el aborto, el divorcio, la igualdad de la mujer... cosas que el franquismo abolió. Les dones del 36 no hacen nunca planes para el futuro. Viven al máximo el presente y saben que cuando ellas no estén quedarán los vídeos que dan testimonio de su vida y, sobre todo, quedará la memoria de todos estos estudiantes de instituto que se quedan con la boca abierta cuando oyen a estas grandes mujeres, aparentemente frágiles por el paso de los años, que les transmiten sus vivencias.

"Perdimos la guerra", afirma Josefina Piquet, "pero teníamos la razón". Ahí radica su fuerza.