Entrevista:TROTAMUNDOS | LUIS TOSAR | ACTOR | EL VIAJERO HABITUAL

El Depor, en Queens

Hay dos tipos de gallegos: los que cruzan el charco tras la fortuna y los que, empujados por la morriña, enfilan la Costa da Morte una y otra vez. Tosar -premio de interpretación en San Sebastián por la película de Icíar Bollaín Te doy mis ojos- es de los segundos, lo que no le impidió viajar a Nueva York tras los atentados del 11-S.

No esperó ni cien días.

Cierto. Fui con un amigo que había vivido allí y lo encontró cambiadísimo. Aseguraba que el carácter de los neoyorquinos era otro. Había más amabilidad, la ciudad era menos agresiva, pero triste. No sé, a mí me ...

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Hay dos tipos de gallegos: los que cruzan el charco tras la fortuna y los que, empujados por la morriña, enfilan la Costa da Morte una y otra vez. Tosar -premio de interpretación en San Sebastián por la película de Icíar Bollaín Te doy mis ojos- es de los segundos, lo que no le impidió viajar a Nueva York tras los atentados del 11-S.

No esperó ni cien días.

Cierto. Fui con un amigo que había vivido allí y lo encontró cambiadísimo. Aseguraba que el carácter de los neoyorquinos era otro. Había más amabilidad, la ciudad era menos agresiva, pero triste. No sé, a mí me pareció el lugar más acogedor del mundo.

Acogedor no es un adjetivo que suela atribuirse a Manhattan.

Ya, pero yo lo sentí así, y mira que soy de pueblo. Por lo demás, todo era tal y como lo había visto en las películas. Me sorprendieron cosas como que el suburbano vaya a sólo un par de metros bajo el nivel del suelo. Es increíble teniendo en cuenta que encima hay edificios de cien metros.

¿Qué le parecieron los tipos humanos que lo transitan?

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Variados, pero tuve la sensación de que esa mezcla no es real. Sobre tierra ves que los afroamericanos están con los afroamericanos, los chinos con los chinos y los italianos con los italianos. Eso sí, los músicos y artistas del metro son de una calidad sorprendente. Al parecer, el Ayuntamiento da los permisos a la crème de la crème callejera.

Congele en un momento una imagen de su viaje.

Coney Island. Un lugar fuera del tiempo, con esas atracciones de feria antiguas, decadentes, y la playa.

Curioso. Muchos mencionan la belleza del puente de Brooklyn.

Yo también. Lo recorrí una tarde al anochecer, justo en la puesta de sol, y la imagen desde allí del skyline es una pasada.

Creo que se dejó caer por el centro gallego, para hacer patria.

Sí, está en Queens y lo llevan un grupo de paisanos emigrantes de Esteiro, un pueblo de la Costa da Morte. Son ebanistas y se dedican a restaurar el interior de edificios de la ciudad. Allí entras y el decorado es como el de un bar de Muros, escuchas hablar gallego y en la tele se ve un partido del Depor. Además puedes pedir un café cortado, y no el horrible regular coffee americano.

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