Cultura de manos tendidas

Aunque sólo fuera por contemplar el espectacular baptisterio de Bekalta con la cruz al fondo, transportado íntegro a Valencia, o el tofet (santuario de niños supuestamente inmolados por el fuego) dedicado al dios Ba'al Hammon en Cartago, que rápidamente trae a la memoria la Salambo de Flaubert, valdría la pena echar un vistazo a la exposición Túnez, tierra de culturas, que ayer fue inaugurada en Valencia. El baptisterio, que fue descubierto hace sólo 10 años y que antes de viajar a Barcelona y Valencia sólo había sido expuesto en París y admirado por François Mitterand, fu...

Aunque sólo fuera por contemplar el espectacular baptisterio de Bekalta con la cruz al fondo, transportado íntegro a Valencia, o el tofet (santuario de niños supuestamente inmolados por el fuego) dedicado al dios Ba'al Hammon en Cartago, que rápidamente trae a la memoria la Salambo de Flaubert, valdría la pena echar un vistazo a la exposición Túnez, tierra de culturas, que ayer fue inaugurada en Valencia. El baptisterio, que fue descubierto hace sólo 10 años y que antes de viajar a Barcelona y Valencia sólo había sido expuesto en París y admirado por François Mitterand, fue señalado por la comisaria Aocha Ben Ader como "obra maestra" de la exposición. Su profundidad permite bautizar a un adulto por inmersión.

Pero las dos salas habilitadas a tal efecto en el Centro de Culturas Mediterráneas-La Beneficencia reúnen otros atractivos, entre los que no son menores los pliegos manuscritos del Corán, y en especial una pieza única escrita en dorado sobre fondo azul al que se han pegado los signos con clara de huevo, o la gran linterna de Al-Muizz obsequiada a la Gran Mezquita de Qayrawan, ambos datados alrededor del siglo X.

El interés histórico, arqueológico y cultural de la muestra es obvio. Pero, por otra parte, pocas veces resulta tan explícita la intención de una exposición como este Túnez, tierra de culturas. Trescientas piezas que reflejan 3.000 años de historia (bereberes, fenicios, romanos...) y tradiciones próximas (indumentarias, joyas, artesanía diversa...) tienden varias manos a esta parte del Arco Mediterráneo para establecer no sólo puentes culturales, sino también políticos y económicos. Y no, precisamente, porque el presidente de la Diputación Provincial de Valencia, Fernando Giner, firme junto al titular de la Generalitat Catalana, Jordi Pujol, y el ministro de Cultura de Túnez, Abdelbaki Hermassi, uno de los textos introductorios del catálogo, sino por las explícitas referencias de éste y Giner a los lazos tanto industriales y turísticos como culturales que se pretenden reforzar. Entre los numerosos ejemplos que Hermassi citó de vinculación histórica y presente entre Túnez y la Comunidad Valenciana, el ministro destacó el "amor por la vida y el arte" en una "sociedad abierta y pacífica" y subrayó el carácter "muy antiviolento" de la sociedad tunecina, en un evidente intento de desmarcar su país de cualquier extremismo.

"Tal es el amor y el interés de los valencianos por Túnez, por sus antecedentes culturales e históricos, que el 20% del turismo español que viaja cada año a Túnez procede de tierras de la Comunidad Valenciana", subrayó ayer en la presentación el mandatario provincial valenciano. Giner también recordó que pronto va a ser inaugurada una nueva línea marítima entre Valencia y Túnez.

El ministro Hermassi, que había recordado cómo el poeta y diplomático valenciano Aben Al Abbar se refugió en Túnez, destacó también la intención de su gobierno de desarrollar la colaboración industrial entre Valencia y Túnez a través del Instituto de Estudio de la Cerámica. Entre el material incluido en la exposición, su comisaria no dudó en apuntar a la cerámica

como principal nexo de unión entre valencianos y tunecinos allí presente. El ministro recordó que los colores amarillo y verde desaparecieron de la cerámica de Túnez en el siglo XII y no fueron recuperados hasta el siglo XV "gracias a los valencianos que se instalaron" en este país. "Hemos tenido en Túnez comunidades valencianas bien establecidas hasta hoy". Organizada por la Diputación de Valencia, el Instituto Europeo del Mediterráneo, con sede en Barcelona y el Instituto del Patrimonio de Túnez, la exposición Túnez, tierra de Culturas, permanecerá instalada en Valencia hasta el próximo 18 de enero.