Crítica:LIBROS

Memoria, mirada, metáfora

Jesús Mari Lazkano (Bergara 1960) ha mantenido abierta una exposición que recoge su obra pictórica desde 1989, estableciendo así un catálogo de continuidad en su trabajo artístico.

Paralelamente da a conocer su libro Roma, publicado en la editorial Bassarai en su sección de arte. Es un libro que recoge sus dibujos en Roma (Roma, Nápoles, Pompeya, diversas villas), y que juega a ser una cuaderno de notas de sus estancias en la ciudad y que ha dado lugar al desarrollo de un estilo -quizás cercano al neoclasicismo- de sus cuadros entre los años 1998 y 2002.

Roma, un cu...

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Jesús Mari Lazkano (Bergara 1960) ha mantenido abierta una exposición que recoge su obra pictórica desde 1989, estableciendo así un catálogo de continuidad en su trabajo artístico.

Paralelamente da a conocer su libro Roma, publicado en la editorial Bassarai en su sección de arte. Es un libro que recoge sus dibujos en Roma (Roma, Nápoles, Pompeya, diversas villas), y que juega a ser una cuaderno de notas de sus estancias en la ciudad y que ha dado lugar al desarrollo de un estilo -quizás cercano al neoclasicismo- de sus cuadros entre los años 1998 y 2002.

Roma, un cuaderno de notas, una colección de dibujos. Memoria y Mirada. Momento de pausa, de manera que el dibujo es algo más que lo visto, de forma que la mirada accidental se convierte en memoria, el momento se despliega, vuelto en el papel, en signo del descubrimiento, germen del pensamiento, metáfora de la vida interior, metáfora de una manera de mirar, es decir, de descubrir, de volver la naturaleza en significado.

Todos los escritores tienen apego a sus cuadernos, a sus carnés, como gérmenes de una obra que se ha vislumbrado, pero que aún no se ha desarrollado. Llegar a ver los cuadernos significa comenzar a pensar en el comienzo de la creación, que puede desarrollarse o no, pero que da testimonio de la primera pregunta que la realidad ha realizado sobre el creador. A veces los cuadernos se guardan secretos, pero no es ésa la actitud de Lazkano, quien en 1992 publicó ya un primer Cuaderno de notas, que le iba a servir como una forma de concepción gráfica a la que seguirían el resto de cuadernos y catálogos de exposiciones editados y diseñados por el autor.

Estos dibujos de Jesús Mari Lazkano configuran la primera visión de un mundo que se comienza a descubrir. Un mundo neoclásico, cierto, pero que se vale de las convenciones para jugar a inventar una realidad distinta y distante, en cuanto más tarde se vuelve en metáfora, en visión personal, en elaboración cultural.

Entre la naturaleza y la cultura, desde el dibujo al cuadro, entre la mirada y la metáfora, desde la inocencia a la creación conceptual, los cuadernos de notas de Lazkano son el primer paso, descubierto, puesto en la mesa, de una percepción que se hará cada vez más rica en la recreación de un idealismo de la realidad, en el juego de espejos de la mirada y la memoria.

Jesús Mari Lazkano: Roma. Editorial Bassarai. Vitoria, 2003, sin paginación, 30 euros.

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