Reportaje:

A dos pasos del horror

La 2 emite un documental, candidato al Oscar, sobre el fotógrafo de guerra estadounidense James Nachtwey

El 1 de febrero en Saigón, Eddie Adams captó la imagen de un oficial del Ejército survietnamita disparando en la cabeza a un prisionero del Vietcong. El 8 de junio de 1972, Nick Ut retrató a la niña corriendo desnuda abrasada por el napalm. Fueron dos fotos que cambiaron la historia, dos imágenes que afianzaron la vocación de un joven estudiante estadounidense, James Nachtwey, protagonista del documental Fotógrafo de guerra, candidato al Oscar en 2001 y que esta noche emite La 2 dentro de La noche temática (23.30).

El documental, dirigido por el suizo Christian Frei, arran...

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El 1 de febrero en Saigón, Eddie Adams captó la imagen de un oficial del Ejército survietnamita disparando en la cabeza a un prisionero del Vietcong. El 8 de junio de 1972, Nick Ut retrató a la niña corriendo desnuda abrasada por el napalm. Fueron dos fotos que cambiaron la historia, dos imágenes que afianzaron la vocación de un joven estudiante estadounidense, James Nachtwey, protagonista del documental Fotógrafo de guerra, candidato al Oscar en 2001 y que esta noche emite La 2 dentro de La noche temática (23.30).

El documental, dirigido por el suizo Christian Frei, arranca con la famosa frase de Robert Capa: "Si tu foto no es lo bastante buena es que no estás lo bastante cerca". Nachtwey, de 55 años, fotógrafo de la agencia Magnum, siempre ha estado al pie del cañón, y le vemos en este reportaje entre las casas en llamas y las fosas comunes del final de la guerra de Kosovo, entre la miseria de Yakarta o parapetándose frente a las balas en Soweto o Ramala. También podemos contemplar algunas de sus imágenes más famosas y premiadas con el World Press Photo -están en www.jamesnachtwey.com-: el niño con las cicatrices de un machetazo en la mejilla, que simbolizó el genocidio de Ruanda, o el primer plano de los ojos de otro niño, mientras al fondo se ven las ruinas de Grozni, durante la guerra de Chechenia.

Pero no es sólo la cercanía lo que ha convertido a Nachtwey en uno de los mejores fotógrafos de guerra del mundo, cuyas imágenes se han convertido en iconos de la barbarie o de la miseria en Centroamérica, África, Afganistán, Bosnia o Chechenia. Es su forma de enfrentarse a su trabajo, su voluntad de revolver las tripas a aquellos que miren sus fotos lo que le hace diferente. "Creo que la gente tiene que preocuparse y los medios de comunicación tienen que hacer que sus lectores o espectadores se preocupen. Mis fotos no son objetos de arte, sino una forma de comunicación", dice en el documental.

A través de la lente de Christian Frei, le vemos enfrentarse a su labor diaria, acercarse a los sufrimientos de las víctimas de la pobreza o de la guerra. También le vemos en situaciones de peligro y pronuncia una frase que inevitablemente recuerda la muerte del cámara español José Couso en Bagdad, por el disparo de un tanque de EE UU: "Los que desean perpetuar una guerra no quieren ver fotógrafos a su alrededor". Don McCullin, otro gran fotógrafo de guerra que ha influido mucho en Nachtwey, resumió su filosofía con otras palabras: "¿Cómo pueden hablar de mis fotografías como objetos de arte? Son gente real. Inhalé sus sufrimientos".

El fotográfo James Nachtwey.

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