Primera promoción

Hay quien dijo hace algo más de un año que no era una buena idea matricularse en una licenciatura que se ofertaba por primera vez en la Universidad Autónoma de Madrid; sabíamos que ser la primera promoción de Traducción e Interpretación tendría sus consecuencias (positivas y negativas), pero no creo que nadie se imaginara tal desorganización y tomadura de pelo. Profesores que no se contratan hasta la mitad del semestre, falta de sustitutos cuando alguno de los profesores está de baja, un absoluto descontrol en los horarios y en la distribución de las aulas, una falta alarmante de medios, inexi...

Hay quien dijo hace algo más de un año que no era una buena idea matricularse en una licenciatura que se ofertaba por primera vez en la Universidad Autónoma de Madrid; sabíamos que ser la primera promoción de Traducción e Interpretación tendría sus consecuencias (positivas y negativas), pero no creo que nadie se imaginara tal desorganización y tomadura de pelo. Profesores que no se contratan hasta la mitad del semestre, falta de sustitutos cuando alguno de los profesores está de baja, un absoluto descontrol en los horarios y en la distribución de las aulas, una falta alarmante de medios, inexistencia de un departamento específico de Traducción e Interpretación...

Eso, sin contar con los problemas que no están directamente relacionados con nuestra licenciatura. Mientras, vemos cómo se culpan los unos a los otros (que si la LOU, que si la propia universidad, que si el problema de las elecciones del 25-M...), los alumnos seguimos sin saber quién es el responsable de esta situación. Lo que está claro es que nosotros no lo somos, pero eso sí, hemos pagado una matrícula y a cambio no estamos recibiendo lo que nos corresponde.