Reportaje:

China habla de democracia

El presidente Hu Jintao trata de imponer más transparencia en el partido comunista y de abrir la puerta de la reforma política

El Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh) concluye hoy la reunión que comenzó el día 11 y en la que estaba previsto que el secretario general y presidente de la República Popular, Hu Jintao, abordase el tema de la "democracia intrapartido", con la que China pretende iniciar su reforma política y que, a falta de detalles concretos, podría suponer la implantación de un sistema por el cual el Politburó tendría que informar regularmente al Comité Central. Esto daría una cierta transparencia a las decisiones de este importante órgano.

Desde que China inició el proceso de apertura ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh) concluye hoy la reunión que comenzó el día 11 y en la que estaba previsto que el secretario general y presidente de la República Popular, Hu Jintao, abordase el tema de la "democracia intrapartido", con la que China pretende iniciar su reforma política y que, a falta de detalles concretos, podría suponer la implantación de un sistema por el cual el Politburó tendría que informar regularmente al Comité Central. Esto daría una cierta transparencia a las decisiones de este importante órgano.

Desde que China inició el proceso de apertura y reforma lanzado por Deng Xiaoping en 1978, la transformación económica que ha vivido probablemente no tenga parangón con la de ningún otro país del mundo, pero no así la política.

"Intentarán promover lo que llaman democracia interna del partido"

El PCCh gobierna casi con el mismo férreo control con que lo hacía cuando tomó el poder en 1949. Y pese a que se ha producido una eliminación o relajación de controles sobre dónde pueden vivir o trabajar, e incluso con quién se pueden casar los ciudadanos, el destino del país sigue en manos de un grupo reducido de políticos que toman las decisiones en el más absoluto secreto. Cualquier asomo de disidencia es suprimido, el control de la información es severo y quienes han intentado crear partidos de oposición han sido encarcelados.

Recientemente, sin embargo, tanto Hu Jintao, como el primer ministro, Wen Jiabao, han hecho sendos llamamientos a la democracia. El primero lo efectuó Hu la víspera del 54º aniversario de la fundación de la República Popular, celebrado el 1 de octubre, ante los miembros del Buró Político del Comité Central. Aunque no han sido hechos públicos los detalles, pidió reformas del sistema político y "la extensión de la democracia socialista". Hu reclamó que se incremente "la participación ordenada de los ciudadanos en los asuntos políticos y que se garantice el derecho del pueblo a realizar elecciones democráticas, a participar en las decisiones y a supervisar de acuerdo a la ley".

Apenas 10 días después, Wen habló sobre Hong Kong. Dijo que la ex colonia británica debe "desarrollar gradualmente la democracia para salvaguardar los derechos y las libertades" de sus habitantes. En julio pasado, medio millón de personas salieron a las calles del territorio para protestar contra el proyecto de una ley antisubversión, que finalmente fue retirada.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

¿Camina China hacia la democracia? "Sí, la verdadera cuestión es el plazo", asegura Cheng Li, profesor del Hamilton College, en Clinton (Nueva York), y autor, entre otros, del libro Los líderes de China: la nueva generación.

A lo que no están dispuestos los dirigentes, afirman analistas y académicos, es a la existencia de partidos de oposición. Así pareció dejarlo claro también en su discurso Hu Jintao, quien dijo que "la mejora de la ética política está basada en el liderazgo del partido".

"Democracia significa elecciones periódicas y reales, gobierno de la ley y libertades civiles (incluida la de prensa). Los líderes chinos lo entienden. Pero no están listos para llevar a cabo todo de momento", explica Cheng. "Intentarán promover lo que llaman democracia interna del partido, permitir más libertades civiles y de expresión e impulsar el gobierno de la ley. Pero no permitirán la existencia de un sistema multipartidista".

"Al final la pregunta no es si los líderes chinos creen o no en la democracia, sino si reconocen o no que tienen que cambiar cómo funciona la política china", dice Cheng.

Archivado En