Un nuevo detenido en Vic relacionado con el secuestro frustrado

El caso del intento de secuestro en Vic frustrado por los Mossos d'Esquadra el pasado viernes dio un vuelco este lunes al confiscarse unos 1.500 kilos de hachís en el piso de una séptima persona que ayer fue detenida. Se trata de un vecino de Vic de origen árabe que regentaba una carnicería, según fuentes próximas a la investigación. La víctima del secuestro, otro vicense de origen magrebí de 38 años, trabajaba en este establecimiento.

El registro del piso, ubicado en el barrio de la Serra Sanferm, cercano al sitio donde se detuvo a los secuestradores, se hizo ayer por la mañana y en él...

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El caso del intento de secuestro en Vic frustrado por los Mossos d'Esquadra el pasado viernes dio un vuelco este lunes al confiscarse unos 1.500 kilos de hachís en el piso de una séptima persona que ayer fue detenida. Se trata de un vecino de Vic de origen árabe que regentaba una carnicería, según fuentes próximas a la investigación. La víctima del secuestro, otro vicense de origen magrebí de 38 años, trabajaba en este establecimiento.

El registro del piso, ubicado en el barrio de la Serra Sanferm, cercano al sitio donde se detuvo a los secuestradores, se hizo ayer por la mañana y en él se encontraron 1.500 kilos de hachís, varios kilos de cocaína y lodocaína así como material para tratar la mercancía. El propietario del piso fue trasladado a los Juzgados de Vic, donde prestó declaración. También ayer pasaron a disposición judicial el resto de detenidos, cuatro españoles, un argentino y un árabe, aunque ante las nuevas revelaciones podrían tener que esperar un máximo de 72 horas más para volver a declarar. El juez que lleva el caso decretó el secreto de sumario. Con este nueva detención toma relevo la hipótesis que barajaba la policía acerca de un ajuste de cuentas por droga.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes a plena luz del día en la calle de Pare Huix de Vic. Un grupo de siete hombres hicieron bajar de su coche a otro y, a golpes, lo obligaron a entrar en una furgoneta. Un agente fuera de servicio presenció el secuestro y alertó a la central. Después de la persecución policial, uno de los asaltantes, el conductor de la furgoneta, ante la inevitable detención se pegó un tiro en la cabeza y murió en el acto. La policía incautó varias armas de fuego, navajas, vaporizadores, inmovilizadores y dinero en metálico.

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