Signos

El sueño y las ruinas

El autor sevillano Fernando Ortiz publica la antología 'Versos y años. Poesía 1975-2003'

"No quise ser torero, militar ni abogado. / Y, como nada quise, en nada me he quedado. / Al fin, frente a mi sueño, las ruinas, los escombros / nunca más me dejaron alzar firmes los hombros. / Ahora ya no espero, ni pienso, ni creo en nada / sino en esa oscura ave que ha de venir al alba. / Y, cuando yo me aleje por la esquina del tiempo, / habrá siempre algún mirlo silbando de contento". Los ocho últimos versos del poema Autorretrato reflejan algunas constantes de la obra de Fernando Ortiz (Sevilla, 1947) : el tono coloquial, el paso del tiempo, la ironía, el sentido del ritmo, el home...

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"No quise ser torero, militar ni abogado. / Y, como nada quise, en nada me he quedado. / Al fin, frente a mi sueño, las ruinas, los escombros / nunca más me dejaron alzar firmes los hombros. / Ahora ya no espero, ni pienso, ni creo en nada / sino en esa oscura ave que ha de venir al alba. / Y, cuando yo me aleje por la esquina del tiempo, / habrá siempre algún mirlo silbando de contento". Los ocho últimos versos del poema Autorretrato reflejan algunas constantes de la obra de Fernando Ortiz (Sevilla, 1947) : el tono coloquial, el paso del tiempo, la ironía, el sentido del ritmo, el homenaje a los maestros, la melancolía, la nostalgia...

La Fundación José Manuel Lara acaba de publicar Versos y años. Poesía 1975-2003. El propio poeta se ha encargado de la edición y selección de la antología, que cuenta con una introducción del profesor Emilio Barón. Fernando Ortiz presentó ayer el libro en la sede de la fundación sevillana. El poeta explicó que se trata de "una edición manejable, estéticamente bonita". "He podido hacer una edición como yo quería. Esto quiere decir que he hecho una edición en que están los poemas que considero esenciales, más personales desde que empecé a escribir poesía hasta hoy", afirmó el escritor.

"Desde su libro inicial, Primera despedida, la poesía de Fernando Ortiz ofrece un carácter abiertamente arcádico y elegíaco. Canto de la infancia sepultada en la memoria, y de la adolescencia y la primera juventud: añoranza de un tiempo intemporal, sagrado, de unidad consigo mismo y con la creación", escribe Barón en la introducción del libro.

La antología recoge poemas de Primera despedida (1978), Personae (1981), Vieja amiga (1984), Marzo (1986), Recado de escribir (1990), El verano (1992), Moneditas (1996) y Posdata (1999), así como cinco composiciones inéditas. "No tengo la manía juanramoniana de estar siempre corrigiendo los poemas", dijo Fernando Ortiz. Con todo, el escritor sevillano ha modificado una veintena de poemas. "Por motivos técnicos, fónicos o métricos algunos poemas exigían pequeñas correcciones", agregó. La edición de la antología hizo posible que Fernando Ortiz se centrara en una corrección que acariciaba desde hacía tiempo.

Hubo poemas que cayeron en la criba y no figuran en la antología. Sobre la supresión de un poema de temática histórica, Fernando Ortiz comentó: "La retórica de ese poema es inoperante por la saturación que hay de poemas del mismo tipo".

El escritor sevillano utilizó la ironía para quitarse importancia. "Yo no me considero un poeta importante, pero sí uno de los poetas sordos más importantes de mi barrio", aseveró. Sin embargo, los hechos contradicen sus palabras, ya que Fernando Ortiz ha sido destacado por varios antólogos como uno de los poetas imprescindibles de su generación. Algunos de sus poemas han sido traducidos al alemán, italiano y portugués y están incluidos en varias selecciones de poesía. Antólogos como José Luis García Martín, Miguel García-Posada, José Pérez Olivares y Enrique Baltánas han hecho hincapié en su papel relevante.

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Fernando Ortiz recordó su fidelidad a la tradición poética del Barroco sevillano, a Bécquer, a Antonio y Manuel Machado, a Juan Ramón y a Luis Cernuda. "Fernando Ortiz es un poeta becqueriano, manuel machadiano y antonio machadiano, cernudiano y juanramoniano", dijo de sí mismo con un punto de sorna. En este sentido, rompió una lanza por Manuel Machado, un poeta que durante décadas recibió cierto maltrato por parte de sus herederos, y señaló que fue maestro de Jaime Gil de Biedma.

La recuperación de Pedro Pérez-Clotet

Otra de las últimas iniciativas de la Fundación José Manuel Lara ha sido la publicación de una Antología poética de Pedro Pérez-Clotet, uno de los poetas olvidados de la Generación del 27. Pérez-Clotet (Villaluenga del Rosario, Cádiz, 1902-Ronda, Málaga, 1966) fue agricultor, abogado, escritor y alcalde de su pueblo.

Pérez-Clotet nació en 1902, el mismo año que Luis Cernuda y Rafael Alberti. Estudió en el colegio jesuita de San Luis Gonzaga, en El Puerto de Santa María. En un curso superior al suyo estaba matriculado Alberti. En el mismo colegio estudiaron con anterioridad escritores como Pedro Muñoz Seca, Juan Ramón Jiménez y Fernando Villalón.

En 1919, se trasladó a Sevilla para iniciar los estudios de Derecho. En el curso preparatorio tuvo como profesor de Historia de la Literatura al poeta Pedro Salinas. Pérez-Clotet trabó amistad con Joaquín Romero Murube y Luis Cernuda. De esta etapa son sus primeros poemas. En 1928, se doctoró con la tesis La política de Dios, de Quevedo. Su primer libro de poemas, Signo del Alba, fue publicado por la Imprenta Sur de Málaga en 1929.

Tras morir su padre en 1931, Pérez-Clotet regresó a Villaluenga, donde fue designado alcalde. La rebelión franquista le hizo temer por su suerte en su pueblo. Y huyó con su esposa. Entre 1936 y 1940 vivió en Jerez. A su regreso a Villaluenga fue de nuevo nombrado alcalde. Tres años después marchó a Ronda, el lugar donde murió en 1966.

Pérez-Clotet fue promotor de la revista Isla (1932-1940), que constituye un capítulo importante en el campo de estas publicaciones. En su primera época -de 1932 a 1936- Isla se editó en Cádiz. En su segunda época -de 1937 a 1940- se imprimió en Jerez.

La antología recoge una selección de los siguientes libros: Signo del Alba, Trasluz, A la sombra de mi vida, Invocaciones, A orillas del silencio, Presencia fiel, Soledades en vuelo, Noche del hombre, Como un sueño, Primer adiós, Tiempo literario y Bajo la voz amiga.

Jacobo Cortines, poeta y director de la Colección Vandalia (en la que se ha editado la antología), recalcó ayer que "Pérez-Clotet es un poeta muy interesante, que está olvidado". Cortines señaló que "en 2002 se cumplía el centenario de su nacimiento, como ocurría con Luis Cernuda, del que era amigo". El libro viene, pues, a facilitar el acceso a la obra de un poeta poco conocido.

La Fundación José Manuel Lara ha publicado también La trama del ramillete. Construcción y sentido de las 'Flores de poetas ilustres' de Pedro Espinosa, de Belén Molina.

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