Unidos por el metro

Los alcaldes de los municipios de la línea 1 afirman que el metropolitano romperá sus fronteras

Cuatro municipios en uno. La primera línea del metro conectará en 12 minutos el casco urbano de Sevilla con El Aljarafe y Dos Hermanas, las zonas más pobladas del área metropolitana. Las obras comenzaron esta semana, pero desde que en enero de 2002 la Junta decidió que la línea 1 del metro tenía que superar los límites de la capital, los municipios de Sevilla, Dos Hermanas, San Juan de Aznalfarache y Mairena del Aljarafe tienen entre manos un proyecto común que les va a cambiar la vida. Sus alcaldes reconocen que cualquier decisión importante, sobre todo en materia urbanística, se toma ya sin ...

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Cuatro municipios en uno. La primera línea del metro conectará en 12 minutos el casco urbano de Sevilla con El Aljarafe y Dos Hermanas, las zonas más pobladas del área metropolitana. Las obras comenzaron esta semana, pero desde que en enero de 2002 la Junta decidió que la línea 1 del metro tenía que superar los límites de la capital, los municipios de Sevilla, Dos Hermanas, San Juan de Aznalfarache y Mairena del Aljarafe tienen entre manos un proyecto común que les va a cambiar la vida. Sus alcaldes reconocen que cualquier decisión importante, sobre todo en materia urbanística, se toma ya sin perder de vista que en junio de 2006 se va a revolucionar la movilidad de sus vecinos. Un metro de 19 kilómetros unirá a un millón de personas.

"Tenemos asumido el flujo de personas, pero no hay cultura de transporte colectivo"

Los alcaldes de Sevilla, Dos Hermanas, San Juan de Aznalfarache y Mairena del Aljarafe pasearon juntos el viernes por la mañana por el túnel del metro, que de momento se traduce en apenas cuatro kilómetros cavados en los años setenta entre el barrio de Nervión y el de La Plata. En junio de 2006 podrán llegar casi a la puerta de su casa a través del mismo agujero. Cinco minutos tardarán de media los vecinos de Alfredo Sánchez Monteseirín, el alcalde de Sevilla, y 12 los de Francisco Toscano (Dos Hermanas, 100.000 habitantes), Juan Ramón Troncoso (San Juan, 20.000) y Antonio Martínez (Mairena, 40.000).

En los 22 municipios que componen el área metropolitana de Sevilla viven alrededor de 1.100.000 personas. De ellas, más de 860.000 son vecinos de uno de los cuatro que cruzará la línea 1 del metro. Según los datos de movilidad que maneja la Consejería de Obras Públicas, el 26,6% de esta población tendrá una boca de metro a 500 metros de su casa. Para el resto, el proyecto de la primera línea incluye tres aparcamientos disuasorios para que los viajeros dejen el coche y se suban al tren.

"Ya tenemos asumido el flujo de personas de los pueblos a la capital y al revés, pero todavía no hay cultura de transporte colectivo", asegura el alcalde de Dos Hermanas. Él, de momento, ya tiene diseñado un plan para cambiar la tendencia. La línea 1 llega hasta el barrio de Montequinto, perteneciente a Dos Hermanas pero a cuatro kilómetros de su casco histórico. El Ayuntamiento está dispuesto a financiar esta extensión, cuyo estudio ya ha sacado a concurso la consejería. A partir de ahí, Francisco Toscano advierte de que tienen ante sí la oportunidad de "ordenar" la expansión del pueblo en torno al metro.

Entre Montequinto y Dos Hermanas queda una dehesa sobre la que se van a construir 14.000 viviendas. "Las plurifamiliares las pondremos junto a las bocas del metro. Las unifamiliares, en el extrarradio", apunta el alcalde. "Alrededor del metro haremos una gran avenida, y en torno a ella, los bloques altos", explica.

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Los alcaldes de San Juan y Mairena también ven en el metro la mejor oportunidad de desarrollo para los próximos años. Están acostumbrados al flujo de habitantes de un lado y otro, a recibir a nuevos vecinos que llegan de la capital e incluso a compartir los propios. En la calle Ávila, por ejemplo, los vecinos de una acera son de San Juan y los de la otra de Mairena. "Yo tengo concejales que te votan a ti", le dice Juan Ramón Troncoso al regidor de Mairena. "Y yo tengo a los muertos de San Juan", comenta Martínez en referencia al cementerio sanjuanero, que está en el término municipal del pueblo vecino.

Con el metro, aseguran, les ha "tocado la lotería". Obras Públicas calcula que entre Sevilla y su área metropolitana se producen a diario 2.230.000 viajes, y que sólo el 28% es en transporte público. "Con el metro nos vamos a convertir en centro de una parte del Aljarafe", augura Troncoso, en cuyo municipio se han previsto dos intercambiadores de transporte con servicio continuo de taxi y autobuses hacia los pueblos de la zona. "La gente va a ganar tiempo y también calidad de vida", advierte el alcalde de San Juan. "El ozono es un problema muy importante en El Aljarafe, a algunas horas hay mucha concentración de tráfico, y el metro va a aliviar seguro", afirma.

Antonio Martínez, el alcalde de Mairena, reconoce que, desde que se definió el proyecto del metro, cualquier nueva actuación tiene en cuenta su trazado. La última parada de la línea 1 acabará en una plaza en torno a la que se ubicará el nuevo edificio del Ayuntamiento, un complejo de ocio que ya se publicita con la referencia del metro como principal atractivo y un auditorio. "Ahora tenemos 40.000 habitantes, pero dentro de 10 años superaremos los 70.000 y con el metro vendrá gente de Sevilla y de todo el Aljarafe a comprar o a pasear. La gente se va a mover de un lado a otro como si fuera el mismo pueblo", asegura.

PABLO JULIÁ

"Iré en coche a la estación de Mairena y cogeré allí el tren"

Mónica Palomo vive en Mairena del Aljarafe y trabaja allí en un estudio de arquitectura, pero su trabajo la obliga a desplazarse casi a diario a la capital. Algunos días, varias veces. "Tengo cronometrado que, sin tráfico, de Mairena a Sevilla son siete minutos", asegura. "Pero un día laborable es imposible tardar menos de 20". "Más luego, aparcar", advierte.

"Lo normal es que pierdas más tiempo en buscar un sitio para dejar el coche que en hacer la gestión para la que has ido a Sevilla", asegura. Mónica está convencida de que será asidua al metro. "Cogeré el coche para llegar a la estación, pero son tres minutos, sin tráfico ni semáforos", dice. "Después dejo el coche en Mairena y cojo el metro para llegar a Sevilla y moverme por allí". "Desde cualquier punto de Mairena se llegará al metro en menos de cinco minutos en coche, quien no pueda ir andando. Compensará dejarlo allí y coger el tren", asegura.

Mónica tiene tres hijos pequeños y vislumbra ya la ventaja que va a suponer para ellos el metro. "Los adolescentes quieren ir a Sevilla a divertirse y parece que la única solución para que se muevan bien es la moto", dice. "Con el metro será más fácil, estarán acostumbrados a usarlo desde pequeños y todos estaremos más tranquilos". También piensa en los estudios. "El mayor tiene 12 años y cuando vaya a la Universidad ya habrá metro. Seguro que lo coge también. Se calcula mejor el tiempo, no hay tráfico, no hay que aparcar...", explica.

Para sus hijos, advierte Mónica, ir ahora a Sevilla "es un castigo". "Están acostumbrados a la vida al aire libre, a correr, y en Sevilla se agobian con el tráfico, con tener que ir de la mano, con la gente", dice.

Los vecinos de Mairena, augura Mónica, tendrán el privilegio de vivir rodeados de las ventajas de un pueblo, pero con los mismos servicios que la gran ciudad. "Son cuatro o cinco paradas más que el que vive en Sevilla, cinco minutos", apunta.

"Ahora tengo que estar pendiente de no perder el autobús"

Melina Guerra va y vuelve de Montequinto (Dos Hermanas) a Sevilla de dos a cuatro veces diarias y asegura que nunca tarda menos de 25 minutos en cada trayecto. Entre 50 minutos y una hora y cuarenta al día dentro de un autobús, una rutina que en metro se saldaría en menos de la mitad de tiempo.

Si el trayecto en autobús dura alrededor de 25 minutos, el metropolitano se plantará en 12 minutos de Olivar de Quintos al centro de Sevilla. Melina va a Sevilla a estudiar y planifica todo el día en función del autobús. "A veces me tengo que quedar a comer porque mientras llego a la parada, llega el autobús y llego a mi casa pierdo mucho tiempo". Desde que se amplió el servicio para cubrir las necesidades de la Universidad Pablo de Olavide, situada en Dos Hermanas, hay un autobús entre Montequinto y Sevilla cada cuarto de hora. "Antes era cada media hora y te desesperabas", dice. No obstante, los trenes de la línea 1 de metro pasarán cada cuatro minutos.

"Ahora siempre tengo que estar pendiente del autobús, muchas veces estoy tomando algo y te tienes que ir antes porque si no lo pierdes", afirma Melina, que estudia en la Escuela de Empresariales, justo enfrente del actual apeadero de Renfe y futura estación de metro de San Bernardo.

Sin embargo, advierte que la parada del autobús le coge más cerca de casa que la prevista para el metro, al margen de las posibles ampliaciones que estudia el Ayuntamiento de Dos hermanas. "Pero también es verdad que el autobús te deja en Sevilla en el Prado y con el metro será más fácil moverse por la ciudad". Además de tiempo, espera ahorrarse dinero. Aunque aún no se sabe el precio del abono de metro, se queja del precio del bonobús de Montequinto, 6,60 euros.

No obstante, Melina asegura que lo que le da miedo del metro es la "inseguridad". "A ver cómo es, pero el metro parece siempre un foco de robos", dice.

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