FESTIVAL BAM | MERCE

Nuestra banda mestiza

La continua reinvención del BAM, un festival que cada año se aparece en nuevos escenarios y cuya programación evoca un meandro de variadas ubicaciones, depara de tanto en tanto sorpresas agradables. Nadie hubiese dado un duro por la primera de las dos noches puente de programación en Razzmatazz 2, noches improvisadas para mantener la actividad musical hasta hoy martes, víspera de la Mercè. Sin embargo el domingo por la noche la sala 2 de Razzmatazz casi se llenó, por ella estuvo transitando un público que se renovaba constantemente y el ambiente no decayó en las cinco horas de actuaciones. El ...

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La continua reinvención del BAM, un festival que cada año se aparece en nuevos escenarios y cuya programación evoca un meandro de variadas ubicaciones, depara de tanto en tanto sorpresas agradables. Nadie hubiese dado un duro por la primera de las dos noches puente de programación en Razzmatazz 2, noches improvisadas para mantener la actividad musical hasta hoy martes, víspera de la Mercè. Sin embargo el domingo por la noche la sala 2 de Razzmatazz casi se llenó, por ella estuvo transitando un público que se renovaba constantemente y el ambiente no decayó en las cinco horas de actuaciones. El guión indicaba que los grupos en danza, nuevos grupos locales, practicaban la fusión, y el pleno artístico se lo acabó llevando el más destacado de todos ellos, una banda que responde por 08001.

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Viendo en escena a este colectivo que toma por nombre el distrito postal del barrio del Raval, se podía pensar en cuánto ha cambiado Barcelona en los últimos años. Hace seis una banda así hubiese resultado imposible en esta ciudad (aunque no en Londres o París) porque entonces Barcelona no contaba con suficientes extranjeros residentes como para dar lugar a un grupo musical de fusión formado por guineanos, argentinos, franceses, argelinos y marroquíes. Además, la gracia de 08001 es que su fusión escapa de los patrones hasta ahora aplicados aquí al mestizaje, y nada tienen que ver con Ojos de Brujo, Dusminguet, Pomada o Cheb Balowski.

Porque lo de 08001, proyecto de un productor local llamado Julián Urigoitia, tiene una orientación groovie marcada por las bases programadas y orientadas hacia el funk, el soul o el downtempo. Con este envoltorio, comercial y asequible, se construyen canciones de inspiración raï, negroafricana, flamenca y hip-hopera que da por resultado una especie de música global con trasfondo electrónico que no hace ascos a ningún estilo. El marcado deje mediterráneo (especialmente vía raï), diferencia a 08001 de cualquier grupo anglosajón similar, con equivalentes sólo en la rica escena francesa. En suma, esta banda es el fruto artístico de una Barcelona naturalizada como punto de acogida y asentamiento de todo tipo de personas.

Esto es lo que pudo comprobarse viendo a 08001 en directo. Como uno de sus cantantes (hay hasta cuatro distintos) estaba de vuelta en su país por no tener papeles, su voz e imagen se proyectaron en unas pantallas, de suerte que el grupo tocaba y la voz del cantante sonaba grabada sobre la banda. El público se sumó con entrega a una actuación que concluyó pasadas las 2.15 horas de la madrugada.

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