Sin periodo de gracia
Marbella ha sufrido la convulsión de la moción de censura
Lo más significativo de los 100 primeros días de la nueva Corporación de Marbella es precisamente que el equipo de gobierno no pudo disfrutar de ese tiempo de gracia que se suele conceder a quienes consiguen alcanzar el poder.
La moción de censura contra Julián Muñoz (elegido en las listas del GIL y enfrentado al fundador de este partido, Jesús Gil) se produjo 42 días después de que tomase posesión como alcalde y el nuevo equipo de gobierno, presidido por Marisol Yagüe, lleva aún menos tiempo al frente del Ayuntamiento (desde mediados de agosto).
Los proyectos llevados a cabo du...
Lo más significativo de los 100 primeros días de la nueva Corporación de Marbella es precisamente que el equipo de gobierno no pudo disfrutar de ese tiempo de gracia que se suele conceder a quienes consiguen alcanzar el poder.
La moción de censura contra Julián Muñoz (elegido en las listas del GIL y enfrentado al fundador de este partido, Jesús Gil) se produjo 42 días después de que tomase posesión como alcalde y el nuevo equipo de gobierno, presidido por Marisol Yagüe, lleva aún menos tiempo al frente del Ayuntamiento (desde mediados de agosto).
Los proyectos llevados a cabo durante este corto periodo por los dos gobiernos locales han sido, como se puede presuponer, más bien escasos, dadas las convulsiones que ha vivido la institución. De hecho, Izquierda Unida sigue pidiendo la disolución del consistorio, frente a las reservas de PSOE y PP.
Muñoz inició los trámites para redactar un PGOU según las exigencias de la Junta
En sus primeros pasos como alcalde, Julián Muñoz inició los trámites para redactar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) conforme a las exigencias de la Junta de Andalucía, aunque la moción de censura en agosto le impidió progresar en este asunto. Esta moción de censura fue presentada por ex concejales del PSOE, del Partido Andalucista y una parte de los ediles elegidos en las listas del GIL en las elecciones del 25 de mayo.
También sus sucesores (con Yagüe, Isabel García Marcos y Carlos Fernández a la cabeza) se comprometieron a los pocos días de tomar posesión del consistorio a no dar licencias de obras contrarias al PGOU de 1986, el único que el Gobierno andaluz reconoce que se puede aplicar en Marbella.
Sin embargo, sus posteriores actuaciones en el terreno urbanístico contradicen esta postura inicial. Si bien el gobierno de Yagüe ha paralizado varias obras y denegado 40 licencias, también es verdad que ha recurrido la anulación del PGOU de 1998, al tiempo que ha ordenado que los informes jurídicos sobre las licencias se efectúen conforme a este texto, elaborado por Jesús Gil y rechazado hasta en tres ocasiones por la Junta, la última con carácter definitivo.
El nuevo equipo de gobierno ha recuperado además al anterior gerente de Urbanismo, Juan Antonio Roca, artífice de los polémicos convenios y cuya destitución fue el detonante de la moción de censura, y ha designado a una sobrina de Gil como secretaria de las sociedades municipales.
Todas estas medidas del equipo de Yagüe han provocado encendidas críticas de la oposición, formada por Partido Popular y PSOE.
En cuanto al resto de delegaciones, lo que se han anunciado sobre todo son proyectos. "Solo hemos tenido 30 días", recuerda el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Fernández, quien ha puesto en marcha un plan de choque en Puerto Banús con intervenciones puntuales en barrios y urbanizaciones y ha promovido cursos de formación y reciclaje de los mandos.
El área de limpieza ha aumentado la dotación de personal en los barrios; Medio Ambiente ha puesto en marcha una campaña de concienciación ciudadana; y Turismo pretende estrechar los lazos con las instituciones con la vuelta al stand de la Junta de Andalucía en Fitur.