Tres millones de personas siguen sin luz en EE UU tras el paso de Isabel
Los muertos por el huracán se elevan a 29 en la Costa Este
El huracán Isabel costó la vida al menos a 29 personas en siete diferentes Estados de la costa atlántica de EE UU, mantiene a varios millones de personas sin energía eléctrica y ha causado daños cuya valoración inicial asciende a unos 1.000 millones de dólares. El balance es inferior al de pasados huracanes, como el Floyd, en 1999, o el Andrew, en 1992, pero el impacto de Isabel todavía no ha terminado.
Nadie es capaz de dar fechas exactas para la recuperación de la electricidad -que sólo en el gran Washington afecta a más de un millón de personas, y a otros dos millones en las proximid...
El huracán Isabel costó la vida al menos a 29 personas en siete diferentes Estados de la costa atlántica de EE UU, mantiene a varios millones de personas sin energía eléctrica y ha causado daños cuya valoración inicial asciende a unos 1.000 millones de dólares. El balance es inferior al de pasados huracanes, como el Floyd, en 1999, o el Andrew, en 1992, pero el impacto de Isabel todavía no ha terminado.
"Estamos sin luz y va para largo: creo que va a durar una semana", se resigna Marcy Kelly
Nadie es capaz de dar fechas exactas para la recuperación de la electricidad -que sólo en el gran Washington afecta a más de un millón de personas, y a otros dos millones en las proximidades- y queda una amenaza suplementaria: las inundaciones que causará la crecida de los ríos sobre cuyas cuencas ha descargado agua el huracán.
En Washington, donde la fuerza del viento derribó más de 300 árboles, de los cuales 23 cayeron encima de casas, todavía hay grandes robles centenarios con las raíces al aire, cortando calles. Si el árbol cae sobre propiedad pública, es decir, sobre la calle, el Ayuntamiento es responsable de su retirada; si cae en propiedad privada, en el jardín, la responsabilidad es del propietario. En todo caso, los equipos que se dedican a la limpieza tienen trabajo para varios días.
Decenas de miles de personas pasan el fin de semana achicando sótanos, haciendo reparaciones o soportando el apagón. "Hemos comido lo que hemos podido y lo demás lo vamos a tener que tirar", lamenta Sylvie, cuya casa de Silver Spring, en el norte de Washington, lleva casi 48 horas sin luz. "Estamos sin luz, para variar, y va para largo: no quiero hacerme ilusiones, creo que va a durar una semana", se resigna Marcy Kelly, que no conoce "a nadie, en tres o cuatro kilómetros alrededor, que tenga luz". Dos grandes árboles cayeron en el vecino Boulevard McArthur, cerca del Potomac, y arrastraron todo el tendido eléctrico, además de romper dos postes telefónicos. ¿Cómo se organiza uno la vida? "Trato de que lo que hay en la nevera aguante con hielo, pero mañana haremos una barbacoa en la calle con los vecinos, porque el hielo también escasea y tendremos que cocinar todo... ¡Hay que reírse un poco, porque si no, uno se amarga la vida!".
Los Estados de Carolina del Norte, Virginia y Maryland, además de la capital de EE UU, han sido declarados zonas de desastre, con lo que podrán recibir ayudas oficiales. Virginia ha sido el más afectado en cuanto a pérdidas humanas, con 16 muertos. La falta de energía eléctrica, además de alterar la vida de millones de personas, está causando otros problemas: el cierre de la planta depuradora del agua del Norte de Virginia ha obligado a más de un millón de personas a hervir el líquido antes de usarlo, y en varios casos, el uso de generadores eléctricos ha provocado la muerte por emanaciones de monóxido de carbono.
Los que no tienen electricidad podrían pasar así varios días, porque los equipos de reparación están desbordados. Isabel ha alterado además los servicios de comunicaciones y televisión, los transportes y los semáforos.