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Bocelli amenizará la cena de Berlusconi y Putin

La escenografía está ya preparada: una tienda blanca bajo las estrellas, en medio de un impresionante jardín, desde el que se divisa el mar de Cerdeña. Artista principal: el tenor Andrea Bocelli con un repertorio de arias de las óperas más conocidas, además de canciones populares napolitanas, con O sole mio a la cabeza. Invitados: el presidente ruso, Vladímir Putin, y su familia, además de un selecto grupo de "íntimos" del anfitrión. Este último es ni más ni menos que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que ha preparado esta sorpresa musical al "amigo Vladímir" para finales ...

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La escenografía está ya preparada: una tienda blanca bajo las estrellas, en medio de un impresionante jardín, desde el que se divisa el mar de Cerdeña. Artista principal: el tenor Andrea Bocelli con un repertorio de arias de las óperas más conocidas, además de canciones populares napolitanas, con O sole mio a la cabeza. Invitados: el presidente ruso, Vladímir Putin, y su familia, además de un selecto grupo de "íntimos" del anfitrión. Este último es ni más ni menos que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que ha preparado esta sorpresa musical al "amigo Vladímir" para finales de agosto, cuando recalará en su villa sarda La Cartuja, dispuesto a disfrutar de un breve descanso.

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Berlusconi ha decidido que la estancia del colega ruso sea inolvidable, y ha encargado a su amigo de toda la vida, el cantante Tony Renis, la organización del concierto privado. Bocelli, el tenor invidente que ha conquistado un sitio en la cumbre de los cantantes líricos, ha aceptado la invitación pese a lo apretado de su agenda. Mañana, el cantante tiene una cita en el estadio de Tallin (Estonia), y el 27 y 28 de agosto celebrará un concierto del mismo tipo, es decir, luces y arias junto a las pirámides de El Cairo. Pero no podía rechazar la oferta no sólo porque la invitación llega del epicentro del poder político italiano, sino porque, además, Renis es uno de los productores de sus espectáculos.

Así que Bocelli se subirá a un avión para llegar el 29 de agosto a Cerdeña, casi al mismo tiempo que el presidente Putin, al que darán escolta tres naves de guerra rusas. Y al día siguiente, el tenor estará listo para atacar las notas del Vinceró de Turandot. Los que conocen la vocación musical de Il Cavaliere están seguros de que en el calor de la velada, a los postres de una opulenta cena, será casi inevitable que improvise un dúo con Bocelli. "Será una cena entre amigos", declaró ayer Renis. "Un homenaje a Putin: tener una estrella mundial como Bocelli es como cuando Marilyn Monroe cantó en el cumpleaños del presidente John Kennedy". Después de todo, aseguró el cantante, que conoce a Berlusconi desde los años de juventud, cuando ambos actuaban en locales nocturnos en la isla de Elba, la verdadera vocación del primer ministro italiano es la música.

Tanto es así que Renis está madurando desde hace años el proyecto de grabar un álbum de canciones interpretadas por Il Cavaliere y algunas voces famosas internacionales, entre ellas Celine Dion y el propio Bocelli. La iniciativa, destinada a obtener fondos de ayuda para el Unicef, es antigua, pero ha sufrido numerosos retrasos por los muchos compromisos de Berlusconi, sobre cuyas cualidades musicales Renis se deshace en elogios. Espléndida voz y gusto musical. No en vano, asegura el cantante, lo suyo era la música. "Aunque la vida le ha llevado por otros caminos, le queda la sensibilidad del artista".

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